Pequeñas historias en una València de cines
El ayuntamiento reedita «Els cines de València», el monumental libro en el que Miguel Tejedor repasa la crónica de un centenar de salas que han funcionado en la ciudad, la mayoría de ellas ya desaparecidas

Cine Olympia / L-EMV

El 10 de septiembre de 1896 los valencianos tuvieron la oportunidad de disfrutar por primera vez del mayor espectáculo de masas nunca conocido: el cinematógrafo. El estreno tuvo lugar en el teatro circo Apolo cuyo propietario, el señor Roig, llegó a un acuerdo con Charles Kalb para proyectar varias películas de los Lumière. Viendo los buenos resultados de público, el empresario del vecino teatro Russafa también empezó a programar películas, dando comienzo así una carrera del cine en València que ha dado a la ciudad alrededor de un centenar de espacios para la exhibición de películas. La historia de casi todos estos espacios la recoge Miguel Tejedor en “Els cine de València”, un libro monumental que destila conocimiento y amor por el séptimo arte que acaba de reeditar el ayuntamiento.
Las primeras películas valencianas
El Princesa nació como teatro, pero ofreció las primeras imágenes filmadas en València gracias al proyector que también funcionaba como cámara. Eugène Lix filmó en 1896 dos cortometrajes -uno sobre el Mercado y la Lonja y otro sobre la Plaza de la Reina- que estrenó el 12 de diciembre. El Princesa cerró por primera vez sus puertas como cine en 1970 y cuando reabrió ya lo volvió a hacer como teatro. En 1999 el edificio abandonado fue okupado y en 2009 un incendio arrasó el que una vez fue uno de los salones más prestigiosos de la ciudad.

Incendio del antiguo teatro Princesa en 2009. / EFE / Manuel Bruque
El cine sonoro llega a la ciudad
El Olympia abrió sus puertas como teatro en 1915 pero pronto empezó a alternar las funciones con proyecciones cinematográficas. El 5 de septiembre de 1930 fue el primero en presentar una película sonora en València (“El arca de Noé” de Michael Curtiz), aunque a partir de esa década fue perdiendo cuota de espectadores por la competencia que crecía a su alrededor. La llegada del empresario Enrique Fayos en la década de los 50 relanzó el proyecto hasta que en 1983 cerró sus puertas para volver a ser uno de los teatros más conocidos de la ciudad.
Porno primitivo
En 1898 en la calle Les Barques, el teatro Novedades fue uno de los primeros en los que se proyectó cine de forma esporádica y pronto empezó a recibir denuncias de los vecinos por el “carácter inmoral y pornográfico” de las proyecciones y por los “alborotos que se producían en sus inmediaciones”. Aunque pronto pasó a programar películas de estreno, cerró sus puertas en 1948.

CINE REX / L-EMV
El cine más lujoso
Inaugurado en 1923 en la Avenida Marqués de Sotelo e impulsado por la familia Trenor, el Gran Teatro era el escenario más lujoso y moderno de la ciudad, pero su programación especializada en zarzuelas no atrajo a demasiados espectadores. Así que al año siguiente, como ya hacían otros teatros de València, empezó a proyectar películas y fue la última sala en apostar por el cine sonoro. A mitad de los 40 Emilio Pechuán compró el edificio con la intención de darle la vuelta a su eterna imagen anticuada. Le cambió el nombre por Cine Rex y contrató al arquitecto Javier Goerlich para someterlo a una gran reforma. Su cierre en 1993 supuso una pérdida irreparable para la ciudad. Hoy es un moderno edificio de oficinas.
El cine de la alta sociedad.
Cayetano Borso di Carminati fue el arquitecto encargado de diseñar el edificio del Rialto, el mejor ejemplo del racionalismo de la ciudad y el que, con su concepto de agrupar varias ofertas de ocio, impuso un nuevo estilo de modernidad en València. Inaugurado en 1936 con Fred Astaire y Ginger Rogers y su “Sombrero de copa”, en los años 40 se reveló como el cine de la alta sociedad valenciana. En 1984 cerró sus puertas y al año siguiente lo compró la Generalitat. Hoy es la sede de la Filmoteca.
El veterano de España
El D’Or funciona desde 1952 por lo que es el más veterano de España como cine de reestreno y programa doble. Gracias sobre todo a que es el entretenimiento y capricho de su propietario y programador Enrique Fayos, que lo compró porque estaba a escasos metros de su cine Goya y conjugó su programación. Fayos -que ha llegado a gestionar una veintena de salas- es el precursor en València del día del espectador.

CINE ESLAVA / L-EMV
El Cid sale de cabalgata
Situado en el paseo Russafa, el Eslava primero fue un teatro (conocido como “la bombonera”) y cuando se inauguró como cine el 27 de enero de 1962 acogió el estreno mundial de “El Cid” de Anthony Mann, con Charlton Heston y Sofia Loren como protagonistas. Al día siguiente el productor organizó una gran cabalgata por las calles del centro de la ciudad con los vestidos que habían llevado los protagonistas. Ls última película que proyectó en 1995 fue "Pulp Fiction". Hoy es una perfumería.
Tumultos por Sara Montiel
El Lys fue antes el teatro Martí, luego el refinado café-cabaret Bataclán y después el frontón Chiqui. Convertido ya en cine, fue el primero en València en exhibir en Cinemascope con el estreno de “La túnica sagrada”. Pero fue un film español el que le dio la fama definitiva al Lys (nombre que viene de "luz" y "sonido" por los novedosos equipos que utilizaba). El 13 de mayo de 1957 estrenó “El último cuplé”, con Sara Montiel de protagonista, un fenómeno sociológico irrepetible que llenó la sala durante 24 semanas. Solo la "riuà" pudo apartarla del cartel. La actriz llegó a presentarse allí en persona para recibir un homenaje, lo que originó un tumulto que obligó a intervenir a la policía. Tras un incendio en 1989 el edificio fue derruido y se construyó un nuevo edificio para las actuales multisalas.

CINES MART / L-EMV
El cine que se multiplicaba
Lo que empezó siendo el monumental garaje de los hermanos Martí Díez en la Avenida del Regne de València se convirtió en los años 60 en el Cine Martí uno de los centros cinematográficos de València capaz de acoger a cerca de 2.000 espectadores. En los 70 y con el boom de destape, los propietarios decidieron fragmentar el cine en varias salas duplicando así su aforo y cuadruplicando su oferta cinematográfica. Y en los 90, los ya ABC Martí iniciaban una nueva singladura con hasta 8 salas, convirtiéndose así en el complejo cinematográfico más amplio de la ciudad. Cerró sus puertas un 15 de enero de 2005.

Programa del Metropol durante la Guerra Civil. / L-EMV
El cine del periodista fusilado
El 27 de octubre de 1934 el editor de "La Traca", Vicent Miquel Carceller, inauguraba en la calle Hernán Cortés el cine Metropol. Diseñado -como otros cines de la ciudad- por Javier Goerlich- su éxito fue tal que Metro Goldwyn Mayer le propuso suministrarle sus películas de estreno. Carceller fue fusilado tras la Guerra Civil, pero el Metropol siguió una trayectoria digna hasta el 15 de febrero de 2001 cuando sufrió un incendio y cerró sus puertas para siempre. Sus últimos dueños han decidido convertir el edificio en un hotel.
El crimen del Oriente
Este cine de la calle Sueca abierto en 1943 pasó a la historia negra de València por el crimen cometido un 27 de junio de 1950 por María, la encargada de la limpieza. Tras matar accidentalmente a su pareja (el conserje Salvador), María escondió el cadáver en el servicio de señoras. Cuando la clientela empezó a quejarse del mal olor que hacía el cine, descuartizó el cuerpo de Salvador y repartió sus partes en diferentes lugares de la ciudad. La cabeza la metió en una caja metálica y la escondió detrás de la pantalla del cine. Sus propietarios le cambiaron al Oriente el nombre varias veces para intentar sortear la mala fama que le dio este escabroso suceso. Cuando cerró definitivamente en 1981 para convertirse en una sucursal bancaria, se llamaba cine Junior.

CINE CAPITOL / L-EMV
La curva de visibilidad
Impulsado por el médico Emilio Pechuán (uno de los grandes empresarios del cine en València), el Capitol fue durante 75 años ininterrumpidos una de las mejores salas de estreno de la ciudad. Allí se introdujo por primera vez la curvatura en las filas de butacas, formando un arco alrededor de la pantalla con la finalidad de que los 1.429 espectadores se encontrasen tan encarados como fuese posible en dirección a la proyección. Tenía al principio la exclusiva de las películas de Metro Goldwyn Mayer en su mejor momento. Y pronto se especializó en películas del oeste y de acción dirigidas al público más joven. Tras su cierre primero fue el Forum la Caixa y ahora es un “Muerde la pasta”.

CINE CAPITOL / L-EMV
Dos hermanos de cine
Pechuán también fue el propiestario del Artis y el Serrano. Inaugurado con “La escapada”, de Dino Risi, el Artis era un cine difícil de elduir para los aficionados a los que les gustaba estar al día de los estrenos de mejor factura. Proyectó cerca de 1.500 títulos diferentes en cuatro décadas. Era el hermano pequeño del Serrano, un cine que antes había sido teatro y que Pechuán reconstruyó y reinauguró en 1964 con la proyección de "West Side Story" y un concierto de Narciso Yepes. Durante décadas ocupó la primera posición entre todos los cines de la ciudad porque su cartelera siempre era sinónimo de calidad. Cuando Artis y Serrano cerraron, su espacio lo ocupó un Zara.
Un parto exitoso
Inaugurado en 1927 en la Plaza del Ayuntamiento como music-hall, durante su larga existencia el Suizo tuvo una dilatada lista de éxitos, pero ninguno como “Helga, el milagro de la vida”, un documental alemán con el que en 1971 los valencianos pudieron ver por primera vez un parto en una pantalla. La película se mantuvo en cartel varias semanas y las colas para adquirir una entrada solían ocupar toda la calle.
Una cartelera corta
Aunque empezó funcionando en Cinemascope como otros cines de la ciudad, unos años después el cine Oeste apostó por el Cinemarama, un sistema con el que consiguió llenazos espectaculare, peroo del que el público se cansó pronto porque solo tenían 5 películas disponibles. En 1965 apostó por otro sistema, el Todd-Ao, más habitual con el que logró mantener la película "Doctor Zhivago" durante 38 semanas en lo alto del cartel.

CINE GOYA / L-EMV
The End
Además de los D’Or o los Lys, de los cines históricos de València solo siguen funcionando los ABC Park o los Flumen. Muchos de ellos son ahora edificios de viviendas (Alameda, Coliseum, Doré, Mundial…), supermercados, centros comericales y bazares chinos (Astoria, Acteón, Boston, Majestic, Iberia, Lauria, San Miguel...); bingos (Aliatar, Samoa…), gimnasios (Tyris), establecimientos de depilación (Avenida), bancos (Castilla), coworkings (Goya), discotecas y salas de fiesta (Jerusalén, Ribalta...), sede del registro mercantil (Gran Vía) o incluso patios de instituto (Museo).

CINE ACTUALIDADES / L-EMV
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