Entrevista | Auxili Banda

«Las nuevas bandas no vienen con tantas ganas de protestar como nosotros»

El grupo de Ontinyent referente de la música en valenciano vuelve con nuevo disco (’Aborigen’) y sonido renovado, pero las intenciones de siempre.

Auxili

Auxili / L-EMV

Voro Contreras

Voro Contreras

València

Tres años después del anterior disco, Auxili vuelve a «traure la taula al carrer». ¿Con qué Auxili nos encontraremos?

Con unos Auxili 2.0, totalmente renovados. Estamos escuchando otras músicas y necesitábamos dar un salto, buscar una nueva sonoridad, un poco más electrónica, más actualizada. Además, hemos trabajado con diferentes productores, que es algo que nunca lo habíamos hecho, como Pollet (de Zoo) o Ferran Gisbert, que es un productor muy top de Ontinyent que ha trabajado con Alizzz, Arde Bogotá o Lori Meyers. La verdad es que estamos realmente contentos del resultado.

¿Es un Auxili más mainstream, más abierto?

Sí, totalmente, creo que es un Auxili que ha abierto el abanico, sea eso mainstream o la etiqueta que quieras ponerle. Siempre hemos estado un poco encajados con la música jamaicana y el reggae y ahora hemos tocado otros estilos, como es el hip hop, el afrobeat, incluso el reggaeton o el dancehall.

En estos tres años el panorama de la música en valenciano ha cambiado bastante con la aparición de nuevos grupos pero también con las despedidas de Zoo, Smoking, Tardor o Xavi Sarrià… ¿Qué sitio ocupa ahora Auxili en esta escena?

Nos hemos quedado aguantando esa vela de nuestros referentes, como Obrint Pas, la Gossa Sorda, Orxata… De esa escuela valenciana diría que somos los últimos que quedan. Un grupo de amigos que se han profesionalizado, que disfruta la música en directo y que continua alzando la voz. Actualmente en la escena valenciana hay pocos grupos que entienden esta filosofía.

¿No ve un relevo?

Sí espero que lo haya y que las nuevas generaciones reivindiquen las nuevas problemáticas actuales, como es el derecho a la vivienda o el problema de nuestra lengua. Han vuelto los tiempos difíciles y ya toca volver a protestar.

«Ara tots cridant Auxili - quan tornen els de blau». ¿Qué pueden hacer ustedes ante esto?

Acompañar ese movimiento y esas reivindicaciones con nuestra música, darle voz a la gente joven y si podemos despertar alguna conciencia dormida. Al final la política no es cosa nuestra. La política se cambia votando y asociándose.

¿Es más difícil hacer música en estos tiempos «d’odi i cendra»?

Es complicado porque cada vez tenemos menos espacios para actuar. El Ayuntamiento de València directamente no nos programa, en muchos lugares las salas también están sufriendo una persecución... Pero que nos lo pongan difícil, que quieran sacar la tijera, que quieran prohibirnos la lengua y entrar tan descaradamante contra nuestra cultura, nos da alas para seguir levantando la voz y decir las cosas claras.

Aunque les llamen «Valencianotalibans», como cantan en el disco.

Sí, nos da mucha risa cuando nos dicen que queremos imponer el valenciano, por eso hemos hecho esta canción. Nosotros venimos todos de la escuela pública, hablamos en valenciano y no hemos visto esa supuesta imposición por ningun lado. Más bien, lo contrario: la gente que estudia en valenciano acaba de estudiar y no habla en valenciano. Es una canción totalmente irónica, en la que decimos que si impusiéramos de verdad el valenciano, haríamos lo que ya sufrieron nuestros abuelos contra su idioma: prohibir, ejercer la violencia.

¿Temen que su carrera se resienta a nivel económico en este escenario adverso?

Nunca hemos hecho música para sacarle un rédito económico y sabemos que mientras sigamos diciendo lo que queramos nunca lo sacaremos. Cuando Auxili nació, aquí también gobernaba el PP. Quizá en estos últimos años hemos vivido en una especie de oasis en el que se ha hecho más caso a la música en valenciano, pero esto no deja de ser una rueda y ahora toca la gente que odia nuestra cultura y nuestra lengua. Nosotros no les tenemos miedo. Seguiremos haciendo nuestra música y si a alguien le parece mal, que no nos escuche.

¿Pero pueden vivir de la música?

No, porque siempre nos hemos mojado y así es imposible poder vivir al cien por cien de un proyecto musical. Pero sí hemos logrado cierta estabilidad y eso nos permite seguir adelante. No sabemos cuánto podremos durar así, sobre todo si siguen pasando la tijera y recortando subvenciones. Será difícil, pero hemos aprendido a ir a la contra.

En el vídeo de «Aborigen» aparecen con sus amigos y familias. ¿Cuesta madurar y mantener una banda?

Es muy complicado. Cuando eres adolescente, cuando tienes 20 años tienes a favor el tiempo e incluso los padres te pueden ayudar para poder dedicarte al arte. Hacemos las cosas por cierto altruismo, por vocación y eso nos obliga a renunciar a nuestro tiempo y a nuestras familias. Pero nada nos quita la emoción de actuar en los grandes festivales, en los grandes escenarios, de ver a la gente joven que aprecia nuestra música, de ver gente de Euskal Herria o Galicia cantando en valenciano, de ir a Madrid y que venga la gente a verte… Mientras suene la guitarra y sigamos pudiendo estirar el chicle, seguiremos en la escena.

Ahora que ya son los veteranos de esa escena, ¿cómo ven lo que viene por detrás?

Estamos muy contentos porque en estos años se escucha mucha música en valenciano, música que no solo habla de política sino también de amor o de fiesta. Pero nos toca ser precavidos. Sabemos cuál es la historia de este país, que después de los momentos de esplendor cultural se ha impuesto el silencio y todo se ha ido a pique rápidamente. En estos años se han dado muchas ayudas a la música que han sido un poco de humo, porque las ayudas se acaban y al final siempre quedamos los mismos en la barricada. Pero queremos ser positivistas, sabemos que viene gente joven con alegría y nosotros continuaremos dando guerra y esperando que la gente joven despierte.

¿Crees entonces que ha habido una especie de burbuja de la música en valenciano?

No sé si ha habido una especie de burbuja, pero está claro que las nuevas generaciones tampoco venían tan politizadas ni con tantas ganas de protestar como nosotros. Está muy bien que cantemos de amor, que hablemos de fiesta, de pasarlo bien y de alegría en las canciones. Pero no hay que olvidar que somos un país muy difícil y que nuestra lengua y nuestra cultura siempre estarán perseguidan.

Pero vosotros mismos cantáis en este disco que “esta nit s’alineen tots els desastres”.

Sí, hay que cantar de la fiesta, del amor, de lo bonita que es la vida, pero somos valencianos y siempre hará falta protestar y una canción protesta. No tenemos las estrategias que tienen en Catalunya, por ejemplo, ni las radios ni las televisiones para darle a nuestra cultura esa fuerza “mainstream” que nos encantaría que existiera en el País Valencià.

Ja no penja el pòster dels Auxili a la paret”, cantáis en “Au, mone!”. ¿Es difícil mantener la atención del público?

Es muy difícil. Estamos en una sociedad muy efímera en la que se consume todo a una velocidad vertiginosa. Queremos darle importancia a las canciones, les ponemos mucho aprecio y mucho de corazón y nos encanta que a la gente también le dé ese corazón y ese cariño. Ahora te piden un single y otro single, va todo demasiado rápido y eso no van con nosotros. Respetamos mucho los tiempos creativos y le pedimos a la gente que también los respete. Entendemos que reenganchar generaciones así es muy complicado pero estamos seguros que lo conseguiremos.

Au, mone!” parece una canción muy especial para vosotros.

Siempre en Auxili hemos tenido canciones que hablan de pirar, de huir de un sistema en el que no nos sentimos respetados, de una escena musical donde tampoco nos hemos sentido a veces representados. “Mone/Anem” habla de hacer música para intentar olvidar toda esta sociedad tan frenética, todas estas guerras inventadas, todo este microcapitalismo de las redes, esa cazuela a presión. Nos refugiamos mucho en la música, en nuestros niños, nuestros amigos, en nuestra manera de entender la vida.

A la lluna de València no s’està gens malament. Ieieee! Però tu que dius? Herberet i fira, caseta i tenduret”. No me queda muy claro si preferís el pueblo o la ciudad.

A nosotros tampoco. Hoy me he despertdo en València, pero mañana iré a Ontinyent y después volveré a València. Allí me aburro y aquí no puedo vivir porque el alquiler ha subido una barbaridad. Es una dicotomía total, una relación de amor y odio por el pueblo y la ciudad.

"Listening party" del nuevo disco de Auxili el pasado jueves en València.

"Listening party" del nuevo disco de Auxili el pasado jueves en València. / Último Pasillo

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents