Crítica musical

Del violín al cello

Dos jóvenes interpretes españoles, David Martín Gutiérrez y Enrique Lapaz Lombardo, cello y piano, fueron los elegidos para debutar y lo hicieron con destreza y autoridad una muy interesante propuesta con obras de notable envergadura técnica y musical.

David Martín Gutiérrez, cello y Enrique Lapaz Lombardo, piano.

David Martín Gutiérrez, cello y Enrique Lapaz Lombardo, piano. / Levante-EMV

José Domenech Part

València

Las previsiones meteorológicas del pasado 4 de marzo llevaron a suspender el concierto de la SFV en el Palau de la Música. De ahí que la única fecha posible para resarcir a sus socios, fuera la del domingo, siendo imposible recolocar al mismo grupo en ese día.

Dos jóvenes interpretes españoles fueron los elegidos para debutar en la única fecha disponible: el domingo 13: David Martín Gutiérrez (León, 1995) y Enrique Lapaz Lombardo (València, 1988) cello y piano, defendieron con destreza y autoridad una muy interesante propuesta con obras de notable envergadura técnica y musical.

David Martín Gutiérrez, cello y Enrique Lapaz Lombardo, piano.

David Martín Gutiérrez, cello y Enrique Lapaz Lombardo, piano. / Levante-EMV

El gran Stravinsky recibió, en 1920, un encargo del creador de los Ballets Rusos, Serguéi Diáguilev, de un ballet, Pulcinella, en el que Picasso se encargaría del vestuario y los decorados y nada menos que Ansermet de la orquesta. El compositor ruso se basó en motivos de Pergolesi, Gallo y Monza, entre otros y, años mas tarde, el gran Gregor Piatigorsky realizaría, con el visto bueno de Stravinsky, versión para cello y piano, con el que Martín y Lapaz dejaron constancia de la buena química entre ambos, a pesar de que dejar totalmente abierto el Steinway gran cola, no fué la mejor opción en un espacio de dimensiones redudicas como la Sala Rodrigo, teniendo en cuenta las limitaciones del hermoso sonido del cello.

No fueron pocos los compositores que apostaron por el cello solista: ahí están las muestras de Beethoven, Chopin, Brahms o César Franck en el XIX y, ya más tarde, Debussy, Rachmaninoff, Poulenc, Barber y Prokofiev. De este último escuchamos la inquietante Sonata Op. 119, una de sus últimas composiciones. Todo un desafío para los intérpretes quienes solventaron la complejidad de la obra con arrojo, bravura y temple.

La gema del programa sería la maravillosa Sonata en la mayor, de Cesar Franck, originalmente escrita para violín y piano y que el celista francés Jules Delsart arregló para su instrumento sin perder un ápice de su encanto original y añadiendo una pieza de enorme musicalidad al repertorio celista. Fue, con mucho, el mejor momento de la noche en el cual ambos se enrocaron en un perfecto juego musical dejando fluir el sinfin de matices que la han hecho una de las grandes páginas del repertorio. Como bis, el Largo, de la Sonata Op. 65 de Chopin. Todo un regalo.

Sociedad Filarmónica de València

Palau de la Música. Sala Rodrigo

Interprete: David Martín Gutiérrez, cello y Enrique Lapaz Lombardo, piano. Obras de Igor Stravinsky, Serguei Prokofiev y Cesar Franck

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