Arte
Sorolla, Fillol o Renau pintan la escena más valenciana en la Fundación Bancaja
El centro cultural reúne en la exposición antológica "Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX-XX" un centenar de obras de más de 50 maestros valencianos
Un cuarto de las obras no se habían expuesto nunca al público, entre ellas, dos Sorolla inéditos

Ana de los Ángeles Martí

El que piense que no hay nada nuevo bajo el sol de la pintura más tradicional valenciana está muy equivocado. Para salir de ese error no hay más que acercarse a la Fundación Bancaja, que ha logrado reunir en su segunda planta un buen puñado de obras maestras de artistas valencianos de renombre como Joaquín Sorolla, Antonio Fillol, Cecilio Pla, Antonio Muñoz Degrain o Ignacio Pinazo. Así hasta más de 50 pintores valencianos de finales del siglo XIX a principios del XX. Una antológica en todas sus acepciones.
"Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX-XX" viene, además, avalada por su comisario, el catedrático de Historia del Arte Francisco Javier Pérez Rojas, quien este jueves presentó la muestra junto al presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón. El recorrido aborda temas como el costumbrismo rural con escenas de labradores y huertanos; la modernidad de la cartelería festiva; la vida feliz en la huerta; el mar y la Albufera; la mujer valenciana y la religiosidad popular.

Una visitante contempla algunas de las obras de la muestra. / Ana de los Ángeles
Del centenar de piezas que la conforman, Alcón destacó que 24 de ellas nunca habían sido expuestas en ninguna otra exposición. Destacó al respecto Cosiendo las velas, un trabajo previo que Joaquín Sorolla realizó en 1895 para una obra definitiva. Otras muchas hacía años que no se veían. Tanto Alcón como Pérez Rojas incidieron en lo laborioso de la búsqueda de obras para esta muestra, que proceden de 37 colecciones diferentes, tanto instituciones públicas y privadas como coleccionistas particulares. El Museo del Prado, el Carmen Thyssen de Málaga, el Bellas Artes de València, el de Alicante y el de Castelló; el Ayuntamiento y la Diputación de Valencia o el Círculo de Bellas Artes de Madrid han sido algunos de los prestadores. La Fundación Bancaja ha sacado también obras de sus propios fondos.

Una joven contempla el lienzo preparatorio 'Cosiendo las velas' de Sorolla, que se exhibe por primera vez. / Ana de los Ángeles
Alcón destacó "el gran carácter antológico" de la muestra tanto por la temática como el número de artistas que la componen. Ha sido, dijo, "un gran trabajo, largo, muy completo". La exposición, dijo el presidente de la fundación "ofrece una revisión y una nueva mirada de la pintura de género. La pintura históricamente representaba escenas y costumbres de la vida cotidiana y en estas décadas la pintura valenciana adquirió un gran protagonismo. La exposición nos permitirá contemplar cómo los 'más valencianos' de la época hicieron evolucionar este género. Renovaron los cánones para hacerla evolucionar hacia el costumbrismo". Alcón apuntó tanto al enfoque más social como al más decorativo de esa pintura valenciana de entresiglos.
Por su parte, Pérez Rojas explicó que la muestra ha sido "compleja" porque parte "de una línea más tradicional hacia una más moderna y vanguardista" con temas que van desde lo social a lo decorativo pasando "por un erotismo latente". "Se cruzan distintas líneas que van del costumbrismo más anecdótico a lo regionalista y social", señaló el experto en pintura valenciana. "Las obras maestras de esta gran cantidad de autores valencianos justifican esta exposición", dijo satisfecho.

La muestra estará en la Fundación Bancaja hasta el mes de septiembre. / Ana de los Ángeles
La muestra, que se puede visitar desde este viernes 9 de mayo hasta el próximo mes de septiembre, recibe al visitante con la figura de labradores y huertanos valencianos. La galería de campesinos aparecen bien trabajando la tierra o en retratos individualizados, a veces, con modelos de la propia familia del pintor. Sus rostros lucen curtidos del sol y recogen también momentos cotidianos como los pequeños descansos de la faena diaria.
La visión hedonista y vida feliz de la huerta se pone también de manifiesto en la muestra. El cortejo, la serenata a la novia o escenas de bodas en la huerta dan la oportunidad a los artistas a recrearse en todo lujo de detalles de la vestimenta o los propios paisajes.
"Escenas y paisajes en la pintura valenciana. Siglos XIX-XX" pone el foco también en el paisaje del mar y la Albufera y su trabajo en ella. Luces vaporosas, escenas con cierto enfoque social y rural se concentran en este apartado.

El lienzo que refleja el Tribunal de la Aguas de Bernardo Ferrándiz. / Ana de los Ángeles
La mujer valenciana concentra un buen número de obras de este periodo. El traje festivo es reflejo del regionalismo en la pintura valenciana de entresiglos. Se cuida el detalle en la vestimenta, el peinado y las joyas de las retratadas. Otra de las obras inéditas de Sorolla es, precisamente, Retrato de la señora Simarro vestida de valenciana (1897).
La religiosidad popular fue, según pone de manifiesto esta muestra, uno de los pilares de la vida cotidiana valenciana. Misas, procesiones, monaguillos o rezos protagonizan las obras de este apartado de la exposición.
Para terminar, la modernidad y la cartelería festiva, en este caso de la Fira de Juliol sobre todo, ocupa su propio espacio en la muestra, siendo Renau, quizás, su máximo representante.
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