Novedad editorial
Teatro para honrar al ‘metge de València’ que la Inquisición quemó
El dramaturgo Manuel Molins publica ‘Sabbath. El metge de València’, una obra encargada por una fundación de la Universitat de València y que recuerda la figura del talentoso pero malogrado Lluís Alcanyís

El dramaturgo Manuel Molins. / Levante-EMV
Que el primer catedrático en València de medicina acabara sus días, literalmente, en la hoguera, no es todo lo vox populi que debería, aunque el nombre de Lluís Alcanyís sí que sea algo más conocido entre los valencianos. Sobre todo, en la Costera, donde el hospital provincial así fue bautizado.
Para honrar la figura de quien dio mucho a la sociedad –por ejemplo, en tiempos de peste— pero que sufrió la cara más amarga del siglo XV, se ha publicado ‘Sabbath. El metge de València’ (2025).
Editada por Publicacions de la Universitat de València, es obra del reconocido dramaturgo Manuel Molins, que lleva al teatro la vida y muerte del médico. Como explica el autor, este nuevo texto teatral surge de la petición de la Fundación Lluís Alcanyís de la Universitat de València (UV) que, aprovechando el 525 aniversario del Estudi General, quería honrar al primer catedrático de Medicina de la Universitat.
Nacido en Xàtiva en 1440, se trasladó a València en los 60 y fue uno de los fundadores de la Escola de Cirurgia (1462), que después se incorporó al Estudi General en 1499. Así, Alcanyís ocupó la primera cátedra de medicina y cirugía de lo que hoy en día es la UV.
Destacó, sobre todo, por publicar una de las primeras obras médicas en valenciano, el ‘Regiment preservatiu e curatiu de la pestilència’, y consiguió la autorización del Papa para investigar con cadáveres. No obstante, su gran aportación médica y haber sido galeno de Fernando el Católico no evitaron que la todopoderosa Inquisición le pusiera el ojo encima.
Primero, a su segunda mujer —Elionor Esparça—, y después a él y a los hijos de ambos: Violant, Aldonça, Jerònima, Àngela y Francesc. De origen familiar judío, les acusaron de practicar el judaísmo en secreto, aunque oficialmente eran conversos.

Hospital Lluís Alcanyís de Alzira. / Agustí Perales Iborra
Manuel Molins (Alfara del Patriarca, 1946) cree que al trágico final de Lluís Alcanyís —quemado en 1506, poco después que su mujer— le llevaron «las envidias y los odios». Él era médico, su padre notario y su hermano comerciante, y gozaban de bienestar económico. «De los años anteriores a su llegada a València sabemos poco, y de sus hijos después, nada; pero de la época de València mucho: sabemos que era un hombre muy querido y respetado, además de buen médico».
«Además de pionero, era una de las personas mejor consideradas de la ciudad, y ‘el médico de València’, pero hay una polémica que aún perdura y es si su conversión al cristianismo fue real. Yo creo que sí», dice Molins.
Más potente que el Rey
Cree que en su persecución, la Inquisición —que «ya era más potente que el Rey»— tenía «motivaciones políticas, económicas y personales». Sobre todo, para quedarse con sus bienes y propiedades. Sí que es cierto que su mujer seguía ciertas tradiciones familiares—como celebrar el shabat, el descanso obligatorio los sábados para el judaísmo— y que lo llegó a reconocer para intentar salvar a su marido.
Pero eso encendió aún más las acusaciones hacia su marido y una de sus hijas, acusados por encubrir estas prácticas judeizantes.
«Fue hipocresía, maldad encubierta y una persecución decidida, porque querían implicarlo a él», sentencia el autor de ‘Sabbath. El metge de València’. En su opinión, aún «no se ha hecho justicia a Lluís Alcanyís» y por eso aplaude que la fundación de la UV que lleva su nombre, a través de Joan Mansanet, «aproveche la celebración del 525 aniversario de la universidad para que la figura sea más conocida —y reconocida— y se sepa quien era».
Él, explica que sí que conocía el siglo XV «desde el punto de vista literario» —de Ausiàs March y Joanot Martorell—, pero no tanto «la literatura científica y médica», por lo que ha hecho un gran trabajo de documentación. «Aunque parezca que una frase del texto es normal y no dice nada, es difícil que salga con verdad si antes no has leído, te has enriquecido y la has vivido en tu sangre», dice sobre esta tarea previa a la escritura.
Y es que, no es una obra «estrictamente histórica», porque hay fantasía, pero sí cuenta hechos reales con personajes reales.
Como no podía ser de otra manera, el matrimonio Alcanyís es el protagonista, también aparecen sus hijos, un esclavo y un fraile, entre otros. Muchos de los personajes, dice el autor, son reales —como los nombres de los envidiosos que meten en problemas al médico—, pero en las lagunas que hay en su vida ha echado de imaginación. Por ejemplo, aparece Joan Lluís Vives — «contemporáneo pero no coetáneo»— a quien Molins ‘rescata’ conscientemente.
Ambas familias, de origen judío, fueron vecinas —en la calle del Gall (o Call) de València—, por lo que sin duda se conocían, y pasaron por lo mismo con la Inquisición. «Establezco una relación imaginaria, que seguramente ocurrió, y en la que se ve cómo en esa época se persiguieron el talento y la libertad», lamenta.
Además de Lluís Vives, también está presenta en la obra el pensamiento de Erasmo de Rotterdam —muy amigo de Vives—, y de la Ofelia del ‘Hamlet’ de Shakespeare, encarnada en Aldonça, una de las hijas del matrimonio.
Estreno para junio
El libro de Manuel Molins ya está publicado; de hecho, el autor asegura que tuvo buena acogida en la Fira del Llibre, donde estuvo firmando. El dramaturgo avanza que se podrá ver sobre las tablas en junio, en su estreno en la Nau, y también más adelante en la Xàtiva natal de Alcanyís y en un teatro de València. La adaptación del texto corre a cargo de Ximo Solano.
El prólogo del libro lo escribe Antoni Ferrando, catedrático emérito de la UV, que califica la de Molins como una obra «erasmista o vivesiana» y mantiene «la revuelta contra las injusticias y la reivindicación de la dignidad humana y de la primacia de la conciencia» de sus textos anteriores.
Él lo incluye en el ciclo «l’Altra memòria» del dramaturgo, en la línea de títulos como ‘Dansa del Vetlatori’, ‘Focs de vellut’ o ‘Crònica Especial’ .
Manuel Molins incide mucho en que hay «paralelismos con la realidad» y que aunque escriba del pasado, siempre se fija en el presente. Lamenta que están de actualidad la hipocresía «o la persecución ideológica», así como los ataques a los inmigrantes.
Además, indica que «hay que recordar que en el pasado no todo eran cosas gloriosas». Por ejemplo, ha prestado especial interés a la cuestión de los esclavos, ya que en esa época y antes de la llegada a América, «Barcelona y València eran el epicentro del negocio del Mediterráneo Occidental», y los Alcanyís tenían uno.
También, en relación a la actualidad, no deja pasar la oportunidad de hablar de Gaza: «Ahora hay una determinada tendencia, representada por Netanyahu, que hace lo mismo que les hicieron a ellos. Un genocidio no se puede consentir.
De la misma manera que nos unimos al lamento de quienes pasaron siglos de persecución, también hay que denunciar lo que pasa ahora», sentencia. Su texto teatral es, sobre todo, «una reivindicación de la libertad y la pluralidad, la tolerancia y la igualdad». Antes y ahora.
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