'A tiempo de fallar', la exposición que pone el error en el centro de la obra

¿Qué define que un error sea un error? ¿Qué pasa si la imperfección se convierte en el objeto? ¿Y si el fallo es una herramienta para crear algo? A todo eso se responde en la exposición 'A tiempo de fallar', que aúna el trabajo de Mireia Vila Soriano y de Pilar Atiénzar, que han hecho confluir sus universos creativos en el espacio La Canina de València (Puerto Rico, 51). Un viaje visual a través del error, de la intuición y el tiempo donde ambas artistas combinan el error y la improvisación en sus propuestas creativas para reivindicar otras realidades fuera de la norma.

Así, Vila Soriano, a través de su línea de trabajo La Glitxera, -que proviene de 'glitch', término anglosajón para referirse a un error en el contexto de los videojuegos-, recopila una serie de fotografías donde ella misma, a través del objetivo, ha distorsionado la realidad. Capta el instante en que lo aparentemente perfeco revela su imperfección y, en vez de descartarlo, lo abraza. "Se convierte en resistencia frente al culto contemporáneo a la perfección y la eficiencia. Se reivindica la pereza, la pausa y la contemplación como actos políticos, necesarios para contrarrestar un sistema que avanza hacia su propio colapso y este error sí que cambiará el paisaje para siempre", explica la organización de la exposición.

La técnica que emplea es la del 'One shot', por la cual se captan imágenes con un único disparo haciendo uso de los fallos del sistema de la propia cámara, que produce un accidente visual: una imagen repetida dos veces en el mismo frame, una línea que separa el mismo plano o una sombra que acecha una parte del plano. Un ejercicio que lucha contra la obsesión por el control e integra el azar y el error como parte de la producción.

Diálogo entre forma y color

Mientras, Pilar Atiénzar propone un baño de colores y formas sin planificación previa, donde la imagen se construye a sí misma. Le interesa la interacción entre ambas y cómo interactúan los degradados, las transparencias y las superposiciones, que acaban generando una atmósfera ambigua.

El trabajo de Atiénzar nace del azar y la experimentación, de dejarse llevar por la forma simple y la complejidad que adquiere cuando dialoga con colores y con otros elementos que reorganiza siguiendo su intuición. Las herramientas digitales le permiten explorar nuevas combinaciones y en ese camino es donde se deja llevar hasta lograr algo que le conmueve y convence, sin haber partido de un punto con un final predeterminado, sino que lo encuentra durante el proceso.

La abstracción que se genera en esa conversación entre forma y color tienen como resultado ofrecer una pausa al espectador, tal como explica la organización de la muestra. "Es un espacio visual donde el espectador puede simplemente estar, dejando que el impacto de la forma y el color hable por sí solo", señalan. "Pilar abraza la posibilidad de fallar como una manera de abrirse a lo inesperado, a jugar sin miedo a equivocarse, entendiendo el error como parte vital del camino", concluyen.

La combinación de técnicas de ambas artistas arrojan un resultado estimulante, donde el fallo fotográfico de Vila Soriano se ilumina con las geometrías y explosiones de color que aporta la intervención de Atiénzar. La muestra, que se inauguró el 26 de abril, pondrá fin a su tiempo expositivo el día 31 de mayo con un encuentro de despedida en La Canina.