Análisis

Catalá elige el Palau de la Música como emblema de su política cultural

Tras permanecer cuatro años cerrado por obras, el auditorio se ha consolidado como la institución artística que más inversión recibe en València y ha incorporado la Mostra a su organigrama

La alcaldesa María José Catalá con sus concejales y el director del Palau de la Música, el día de su reapertura en octubre de 2023.

La alcaldesa María José Catalá con sus concejales y el director del Palau de la Música, el día de su reapertura en octubre de 2023. / Germán Caballero

Voro Contreras

Voro Contreras

València

El 5 de octubre de 2023, 1.529 días después del desprendimiento de parte del techo de la sala Rodrigo y de que salieran a la luz los graves problemas estructurales del edificio, el Palau de la Música reabrió sus puertas en un acontecimiento de gran relevancia cultural y social. Aquel día, la alcaldesa María José Catalá —quien había pasado los cuatro años de cierre como líder de la oposición— se mostró visiblemente emocionada al declarar que “por fin” podía “entregar a los valencianos nuestro amado Palau”.

Catalá definió entonces el Palau de la Música como un espacio destinado a convertirse en el “altavoz que posicione a València como la ciudad musical más importante de Europa”. En línea con esa visión, el pasado marzo el Ayuntamiento presentó en el propio auditorio la iniciativa València Music City 25-30, una guía estratégica —por ahora únicamente sobre el papel— que pretende “impulsar la consolidación de la música como eje transversal del desarrollo urbano, social y económico de la ciudad”.

Mientras tanto, y pese a que el edificio afrontará nuevas obras de rehabilitación este verano, el Palau se ha consolidado como el epicentro de la política cultural local desde que el Partido Popular, con el apoyo de Vox, accedió al gobierno municipal hace dos años. Una de las primeras decisiones de Catalá en materia cultural fue la destitución de Vicent Ros, director del auditorio elegido por concurso público, y su sustitución por Vicent Llimerá,designado de forma directa.

El respaldo del gobierno municipal a su institución musical más emblemática también se ha reflejado en los presupuestos. De los 38,5 millones de euros destinados en 2024 a impulsar la cultura en la ciudad, el Palau recibió 18,4 millones, lo que supuso un incremento del 22 % respecto al ejercicio anterior. Para 2025, la asignación ha aumentado a 19,6 millones, consolidando al Palau como la entidad cultural con mayor dotación municipal.

Una nueva Mostra

Este aumento de 1,2 millones de euros se explica, en parte, por la incorporación de la Mostra de València a la gestión del organismo autónomo. La operación, cerrada en septiembre de 2024, se produjo tras las dudas expresadas por la ultraderecha, socia del PP en el gobierno local, sobre la continuidad del festival, recuperado durante el mandato del gobierno del Rialto tras su desaparición en los últimos años de Rita Barberá.

Vox se topó, sin embargo, con un obstáculo: el principal defensor del certamen era el concejal de Cultura, José Luis Moreno, conservador de la Filmoteca y antiguo director adjunto de Audiovisuales del Institut Valencià de Cultura bajo el gobierno del Botànic, antes de ser fichado por Catalá.

Así, la Mostra ha logrado mantenerse, aunque ha perdido su autonomía al integrarse en el organigrama del Palau —un movimiento pensado para aprovechar sus recursos— y ha experimentado cambios en su equipo directivo. Ni Rosa Roig, directora técnica, ni Eduardo Guillot, responsable de programación, renovaron sus contratos. Desde abril, ambas funciones recaen en Sara Mansanet, actual subdirectora de Cinematografía y Audiovisuales del Palau.

El idilio con Manolo Valdés

Por lo demás, la gestión cultural del Ayuntamiento de València desde las elecciones de 2023 ha transcurrido sin grandes sobresaltos. Pese a los relevos en sus direcciones decidido en la pasada legislatura, espacios como el Teatre El Musical (TEM) o La Mutant han mantenido una línea artística muy similar a la de los mandatos anteriores, al igual que los museos municipales.

Precisamente en el ámbito del arte se ha producido esta semana el anuncio más relevante del mandato hasta la fecha. Apenas un mes después de que el president de la Generalitat, Carlos Mazón anunciara la apertura de un museo en el Palacio de las Comunicaciones para mostrar los Sorolla de la Hispanic Society, Catalá desvelaba el pasado miércoles un acuerdo de cesión con el artista Manolo Valdés para exponer sus esculturas en el Muelle 3 del Parc Central durante los próximos 10 o 15 años.

Este doble movimiento de proyectos culturales a futuro tiene un curioso transfondo: el Palacio de las Comunicaciones (propiedad de la Generalitat) es el espacio donde el ayuntamiento planeaba su "museo fallero". Y el Muelle 3 (de propiedad municipal) era el lugar que había elegido la Generalitat para la subsede del IVAM.

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