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Crónica social de València | @Fiteraworld

Los premiados

Una velada en la que disfruté saludando a mucha gente que hacía tiempo que no me encontraba. Una noche donde reinó la sensibilidad y abundaron las emociones.

Gadea Fitera

Gadea Fitera

València

Tomando café una vez con un amigo (la conversación tenía su intríngulis), me dijo con cara entre admirado y sorprendido: «Parece mentira con la pinta de pija de derechas, estirada, y arrogante que tienes, que poseas un sentido del humor tan negro y al parecer un alma socialista en tu interior».

Confieso que, con la edad, me interesan cada vez menos cosas, pero más selectas, y en ellas no suele encontrarse la política, sinceramente, que me aburre sobremanera por su falta de originalidad. Lo que sí me interesa más son determinadas políticas, y aquí, como todo en la vida, no hay un solo color.

Por eso, cuando me toca votar, la cosa se pone muy, muy complicada (y ejerzo mi derecho a voto religiosamente cada vez que toca, porque creo que es mi deber democrático como ciudadana). Hay políticas que me encantan de Sumar, del PP, del PSOE, e incluso de VOX (quién lo diría). A cada uno lo suyo, aunque es una pena no poder hacer un partido con lo mejor de cada casa, porque lo verdaderamente inteligente es reconocerle a cada partido su mérito, y olvidar sus desgracias (que suelen ser demasiadas). La vida nunca es blanca o negra…

Tengo por costumbre leer cuatro periódicos al día (o al menos lo intento si tengo tiempo), dos nacionales y dos de Valencia de variada orientación y condición (pueden ustedes imaginar cuáles son) y con los cuatro me hago un cuadro general bastante preciso de lo que se cocina en el país. Lo que unos callan, otros ventilan.

Cuando empecé a leer Levante-EMV, me gustaron muchas cosas. Su preocupación por el ciudadano, su transparencia, su historia y su falta de pelos en la lengua a la hora de denunciar ciertas cosas. Por eso, haber podido asistir por primera vez esta semana a los Premios Levante-EMV ha sido tan emocionante como especial.

Cuando empecé a leer Levante-EMV me gustó su falta de pelos en la lengua y su transparencia

No voy a aburrirles a ustedes con la lista de los premiados, todos muy merecidos, porque este periódico ya se ha ocupado de sacar un especial con ellos. Han sido doce galardones -en mi opinión, muy merecidos-, en una gala presentada por la directora de Relaciones Institucionales de Prensa Ibérica, Silvia Tomás, que además de llevar un vestido naranja de Isabel Sanchis muy de la terreta, habló como los ángeles.

Paseando a la llegada por el Palacio de Congresos de Norman Foster, me di cuenta de que había tal popurrí de personas y estilismos que me vino a la mente la imperiosa necesidad de poner un ‘dresscode’ en las próximas invitaciones. Puede sonar raro, pero yo agradezco siempre que me indiquen qué debo llevar a dónde, así evito aparecer de lentejuelas donde hay que ir en vaqueros (y viceversa), aunque soy de las que piensan que el brilli-brilli siempre da alegría de vivir.

Tuvimos de todo. Como en ‘Sonrisas y lágrimas’, hubo mucho a destacar y mucho para llorar (algunos modelos me dejaron ciega) y, como siempre, los que no fallan nunca son los militares. Qué condecoraciones, qué prestancia, qué porte… (sí, confieso mi fascinación por un hombre de uniforme).

Esther Pastor no suele fallar, vestida en granate era una oda a la elegancia y debo añadir que nuestra alcaldesa de Valencia, MªJosé Catalá eligió un vestido floreado que le hacía muy buena figura. Soy de las que piensa que cuando se encuentra un vestido que te hace buen tipo, te debes comprar el modelo en todos los colores.

Esther Pastor y Ainhoa Moll.

Esther Pastor y Ainhoa Moll. / L-EMV

No podían ser más monas Andrea Escribano y su hija Inma Lahiguera, que son íntimas amigas de Eva Gallén, que desde que se fue a vivir a Sevilla totalmente ‘in-love’, se le echa de menos. Las cosas que somos capaces de hacer por amor.

Entre lo formal y lo informal

La parte masculina estaba claramente dividida en dos facciones: los que llevaban traje con chaqueta y corbata y los que llevaban chaqueta pero con deportivas. Parecía que no hubiese un punto medio (repito que con uniforme habrían estado todos estupendos, aquí un bombero, allá un guardia civil)

Los patronos de la Fundación por la Justicia no decepcionaron, Alejandro Mañes, José Luis Zaragoza, José María Tomás, el notario Salvador Alborch y Juanma Molpeceres. Por cierto, qué magnífica labor hacen en acción social y cooperación.

La mejor de la gala para mí fue Fani Blanch, directora general del ISEACV, a la que el año pasado homenajearon en Torrent por su labor docente. Maravillosa con un vestido rosa empolvado, que al natural le sentaba como un guante y tenía un corte precioso.

Por allí también estaba la junta de Dircom con una Leyla Gallego muy acertada de blanco, junto a Esther Castellano, Pati Cervera, Carolina Beguer y Cristian Suñer. La presencia empresarial fue sin duda la más numerosa de la tarde.

Pero también hubo faranduleo y arte, con la presencia de la cantante Sandra Valero, flamante subcampeona de Europa de Eurovisión Junior, la modista Hortensia Maeso acompañada de Carlos Ibáñez, o el modisto Ancor Montaner (le pongo el apellido que sino me dice que parece como Cher o Madonna, que solo tiene nombre)

El abogado Carlos Ibañez y la diseñadora Hortensia Maeso.

El abogado Carlos Ibañez y la diseñadora Hortensia Maeso. / L-EMV

Qué alegría fue para mi madre Laura Fitera y para mí ver cómo premiaban al Teatro Olympia por su labor. Qué enorme aprecio sentimos por Enrique y Mariángeles Fayos, esta última íntima amiga. Jamás podré agradecerle bastante que la presentación de mi primera novela fuese en su teatro, que llenamos. Qué emocionante fue y qué generosa, amable y educada es siempre Mariángeles.

Me gustó mucho también la falda globo roja de Nuria Lara, que iba acompañada de Toni Pérez y Salud Casasús, así como el traje chaqueta color buganvilla (maravilloso color) que llevaba Amparo Barbeta, que iba con Rocío Bacharach y Juana Camps, siempre guapa y simpática, que llevaba un perfume que olía a talco que era una maravilla.

Fue una alegría volver a ver a Rafael Alcón, después de estar con él la semana pasada en la inauguración de la magnífica exposición de Sorolla en la Fundación Bancaja (y que les recomiendo a ustedes) Acompañado de Carmen de Paz y Belén Arias, nos estuvo contando interesantes anécdotas junto a José Vicente Morata, Isabel Cosme y el notario Carlos Pascual (este último aún me estoy preguntando cómo conseguí que se dejase fotografiar, será el conocernos muchos años).

También por allí estaba el equipo de Casa Caridad con Begoña Puigmoltó, Javier Martínez Laburta, Guadalupe Ferrer, Elena Sánchez, y Carlos Martínez Colomer, que no me cansaré nunca de alabar la enorme y magnífica labor que hacen.

Tuve la fortuna de poder conversar unos minutos con uno de los premiados, el médico Luis Martí-Bonmatí, siempre interesante e instructivo de escuchar, acompañado por Mercedes Planells, Atenea de Andrés, Mayte Domingo de Imed y Nicolás Martí.

Otros invitados allí presentes fueron el comunicador Luis Motes, acompañado de Antonio Márquez y Mario Mariner (por cierto que bien me cae su mujer Maria), así como Adolfo Montalvo, Francisco Gan Pampols, Víctor Gregori, Rafael del Castillo, MªJosé Gratacós, o el simpatiquísimo Luis Sendra.

Emoción de los premiados

Una velada en la que, problemas técnicos a parte con un violín, nos emocionó con los vídeos de los premiados (al borde de la lágrima con la pequeña Ona nacida el día de la dana), y de la que disfruté saludando a mucha gente que hacía tiempo no me encontraba. Mención especial al catering, que por favor alguien me diga de quién es porque aún me estoy relamiendo con los ‘macarons’ con salmón… Gracias Levante-EMV por una noche llena de sensibilidad.

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