El banderillero valenciano Luis Blázquez, de la cuadrilla de José María Manzanares, sufrió un grave percance el pasado 21 de enero en el campo bravo cacereño, durante el apartado de unas vacas en la corraleta adyacente a los chiqueros de la plaza de tientas: “Pensaba que me moría porque no podía respirar, los médicos no saben cómo he superado este percance”, asegura Luis Blázquez desde su casa, con un hilo remoto de voz que se abre paso por el torrente sediento de la vida, después de estar dos semanas ingresado.

Mañana, el subalterno de Burjassot volverá a ingresar en el Hospital Quirónsalud de València para ser operado el miércoles de la triple fractura de la clavícula: “Tengo el pulmón desplazado y los médicos tienen miedo a ponerme anestesia general por si no expulso bien el aire, pero hay que operar ya porque la clavícula está encallada y está cicatrizando por sí misma”, explica.

Asimismo, el banderillero también cuenta que si no tuviera sano ese pulmón lo “taponarían” y solo trabajaría el pulmón izquierdo durante la intervención. 

Además de la rotura de la clavícula, sufrió hasta ocho fracturas costales de la parte derecha que provocaron la perforación de la pleura pulmonar y un hemitórax en el esternón: “Estuve ingresado dos días en Don Benito (Badajoz) y, como no mejoraba, me trasladaron con una ambulancia medicalizada a València”.

Nada más llegar, el doctor Genaro Galán lo operó de urgencia para retirar el aire ubicado entre el pulmón y la pleura: “En la primera operación me pusieron un tubo por el costado para expulsar el aire, pero como no lo acabé de expulsar todo, a los dos días volví a pasar por quirófano para ponerme otro tubo por encima del pecho que drenara el aire”.

Blázquez manifiesta que esta segunda operación del pulmón “no la esperaba” y que la recuperación está siendo “muy dura” debido a los “fuertes dolores que el tubo de drenaje pulmonar me ha producido en la zona costal”, pero los toreros “estamos mentalizados para este tipo de percances”.

“Menos las piernas, tengo destrozada toda la parte derecha del cuerpo”, asume el torero de plata sin miramientos. Y en su voz pálida, adormecida, ya está la ilusión de volver a torear: “Todavía no tengo plazos, pero voy a reaparecer cuando esté al cien por cien. Lo que sí sé es que esta temporada no la voy a perder”, adelanta.

Manzanares está muy pendiente de mí, ha sido el primero en apoyarme. A mi mujer la llama todos los días porque estaba muy preocupado”, concluye el subalterno Luis Blázquez.