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Fonseca gana la última partida

El novillero mexicano corta la única oreja y pierde la puerta grande frente a una buena novillada de Montealto

Fonseca gana la última partida de la Feria de Julio Efe

La garganta de El Soro proyectaba los oles con esa sonoridad única que aportan los años. Fue en el segundo de la tarde, el mejor novillo de la buena novillada de Montealto, de nota alta en la muleta pero de tono menor en el tercio de varas. Y con algunos novillos aplaudidos de salida por su seriedad y cuajo en este último festejo de la Feria de Julio. 

Todo tiene más importancia si decimos que el sábado después de la corrida de Fuente Ymbro tuvo que traer tres novillos más por algunos problemas del baile de corrales. 

Pero ese segundo ejemplar, “Verbenero” de nombre, le tocó a Jordi Pérez, “El niño de las monjas”, como primer sobrero tras descoordinarse el titular. Embistió con profundidad, humillación, prontitud y motor. Y enseñaba los dos puntas de los pitones arriba. Un tío en toda regla.

El novillero valenciano brindó a Vicente Ruiz, El Soro: “Va por usted y por València, maestro. Le quiero mucho”, le dijo. Y Jordi Pérez supo torear, por momentos, muy bien al natural. Con la suerte cargada y el muletazo expresivo que nacía del compás abierto, toreó profundo y asentado al natural, todo proyectado en una losa, ligado y ajustado a más no poder. El ejemplar fue a más en todo momento pero un bajonazo infame y varios pinchazos evaporaron el triunfo. 

En su segundo, también dibujó naturales de bella factura y firmeza ante un novillo de clase excepcional de nombre “Plisado”. El joven valenciano logró mostrarse más solvente porque el novillo, menos vibrante que su primero, se lo permitió más. Un final de rodillas con buen toreo, devolvió intensidad a su labor y le puso el triunfo en las manos. Otro bajonazo infame y varios pinchazos emborronaron su quehacer. El presidente de la tarde, Jesús Merenciano, desatendió correctamente la petición de trofeo. Dio una vuelta al ruedo por su cuenta tras pasaportar un gran lote. 

Isaac Fonseca cortó una oreja al cuarto tras una faena templada y honda que también tuvo arrebato de rodillas. También se libró de la cornada en varias ocasiones. En su primero, pudo cortar una oreja pero erró con al espada. No ha tomado la alternativa todavía pero ya cabría señalar que este mexicano es un joven con futuro. 

Álvaro Alarcón se mostró desangelado y con falta de apreturas en su primero, pero en su segundo realizó un saludo que merece mención especial. Muy despacio y templado. También perdió una oreja con la espada.

Los subalternos Andrés Revuelta e Iván García destacaron en las banderillas. 

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