Ser torero no es fácil. Y más hoy en día, donde la sociedad tiene constantemente en el punto de mira el mundo de los toros. Pese a ello, hay personas que son capaces de entregar toda su vida, hasta el punto de dejar de estar junto a su familia y amigos, por su verdadera vocación: ser y sentirse torero.

Es el caso de Miguel Giménez, un torero valenciano que marchó a América hace casi medio año con la ilusión de abrirse camino en la tauromaquia. Y ese esfuerzo titánico, hasta el punto de cruzar el Atlántico únicamente por torear, ha dado sus frutos pese a las asperezas de los años vividos en la profesión.

El diestro nacido en la Pobla de Vallbona hará el paseíllo este martes 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, en la Monumental Plaza de Toros "El Vizcaíno" de Chota. Y para la ocasión estrenará un precioso terno grana y oro: "Para mí, es un sueño, es el festejo más importante del año porque debuto en una de las mejores plazas del Perú y espero que toda la lucha tan dura que he llevado a cabo estos meses se vea recompensada. Además, es una fecha en la que todo el toreo americano está pendiente de lo que ocurre", asegura al otro lado del teléfono a casi 10.000 kilómetros.

El cartel lo completan el torero sevillano Pepe Moral y el espada local Óscar Quiñónez frente a toros de la ganadería de San Pedro: "Tengo mucha confianza y pienso que va a salir todo rodado porque Perú me recibió muy bien hace meses, he implantado mi toreo y llega pronto al público", explica con la seguridad y la convicción de que Sudamérica es el trampolín necesario desde el que impulsarse a las plazas de toros de España.

"Ser torero es vocacional, es hasta un ejercicio espiritual porque no me siento realizado conmigo mismo si no estoy en el camino del toreo. Si solo fuera por triunfar o ganar dinero, el esfuerzo es tan grande que acabaría por no merecer la pena". Y a Giménez sí que le vale la pena. Ya lleva más de veinte corridas toreadas en Perú este 2022. Y habla desde lo más profundo de la espiritualidad de esas sensaciones auténticas que produce el hecho de estar delante del toro. Sus palabras, sobre todo, tienen la fuerza de la vida. Suerte.