El viacrucis del novillero Donaire: "Me dolería mucho más no volver a torear"

El joven nacido en Calahorra, pero criado en la Escuela Taurina de València, se recupera tras 20 días ingresado de una de las cornadas más graves del año que le destrozó el aparato esfinteriano: "Soy un privilegiado por poder decir que soy torero"

Donaire pasa las horas de su ingreso leyendo los clásicos del toreo  como el 'Belmonte, matador de toros' de Chaves Nogales o 'La Edad de Plata del toreo' de Corrochano.

Donaire pasa las horas de su ingreso leyendo los clásicos del toreo como el 'Belmonte, matador de toros' de Chaves Nogales o 'La Edad de Plata del toreo' de Corrochano. / J.R.

Jaime Roch

Jaime Roch

València

El abdomen de Alberto Donaire (Calahorra, La Rioja, 2005) sí parece un "parte de guerra", tal y como lo define su padre, presente junto a su madre y abuela al lado de la cama. Lleno de gasas y los apósitos de la colostomía preventiva, apenas se le ve el obligo tras la peritonitis que complicó su gravísima cornada en el esfínter sufrida en la plaza de toros de València el pasado 6 de octubre. Un varetazo en forma de garfio asoma por su pecho como un milagro. Lleva ya 20 días ingresado en la habitación 504 del Hospital Clínico de València y se muestra como una persona fuerte, segura y decidida. En definitiva, un torero que en ningún momento se hace eco de las turbulencias que han sacudido su existencia con una de las cornadas más fuertes de la temporada.

¿Cómo está?

Bien, pero la recuperación de este tipo de cornadas tan graves es lenta. La única complicación fue la peritonitis y, tras la nueva operación, fue como una vuelta a empezar, aunque ya camino y confíoen que me den el alta pronto.

¿Cuáles son los plazos de la recuperación?

No me han dicho exactamente un plazo, pero todo se irá dando poco a poco. En este caso, creo que mis sensaciones son buenas y si Dios quiere, voy a hacer todo lo posible para reaparecer en la próxima Feria de Fallas.

"Sueño con la reaparición"

La empresa ya lo ha contratado.

Sí, fue un momento muy emocionante en este tiempo de recuperación y un motivo para sentirme, de nuevo, vivo porque volveré a hacer lo que me hace feliz, a lo que realmente es mi vida.

¿Piensa en la reaparición?

Sueño con ella, aunque ya han pasado más de dos semanas ingresado y mi cabeza no sale del 6 de octubre en la plaza de toros de València y yo sigo toreando allí. Es una sensación extraña porque parece que aún sienta cada muletazo, cada embestida... Sé que esa tarde va a suponer un antes y un después en mi carrera.

¿Cómo le ha afectado este percance psicológicamente?

Estaba preparado para que llegaran las cornadas, pero hasta que no se sufren de verdad... no se sabe cómo reaccionar. El toro hace su papel y coge, pero ese peaje da categoría al toreo. Lo tengo claro. Vivo dentro de mis momentos de dolor lógicos, pero lo asumo con muchísima naturalidad y me siento un privilegiado de poder decir que soy torero.

Entiendo.

Esta cornada es una prueba que, si no se está preparado, te impacta, pero me dolería mucho más saber que no me iba a poner un vestido de torear nunca más en mi vida o que no puedo volver a torear.

Qué claro lo tiene…

Porque sé que en el toreo solo hay un camino y no es otro que el de la pureza, el de la verdad. Delante del toro, ante todo prima la entrega.

El maestro Vicente Ruiz 'El Soro' ha sido uno de sus principales apoyos en el hospital.

El maestro Vicente Ruiz 'El Soro' ha sido uno de sus principales apoyos en el hospital. / LEVANTE-EMV

"Olvidarse del instinto de conservación"

¿Qué es la entrega?

Jugarse la vida frente al toro y ser feliz. Siempre he escuchado que el toreo es apasionada entrega, por eso, las tardes más importantes llegan cuando uno se olvida del instinto de conservación y lo único que sale delante del animal es el espíritu… A pesar de toda la violencia que pueda acarrear la bravura del toro cuando pasa tan cerca de las espinillas entre muletazo y muletazo... Lo que realmente busco con mi entrega es ralentizarlo.

¿Qué significa el toreo para usted?

Un sentimiento, una filosofía de vida, no es simplemente una afición o un hobby porque ponemos la vida en juego. Al final soy torero las 24 horas del día, así me siento, y saboreo los momentos bonitos y también el hecho de tirar para adelante los días duros como estos de ahora, como también lo han hecho las muchas figuras del toreo que tengo como ejemplo.

¿Qué toreros tiene de ejemplo ahora que está en la cama del hospital?

A muchísimos… pero me acuerdo especialmente de Román y su manera de afrontar su gravísima cornada en Las Ventas, de El Juli y su cornada en Sevilla que también le afectó a la femoral o de Manuel Escribano y sus tremendos percances.

¿Es su bautismo de sangre?

Tuve una cornada a los 16 años en la bolsa escrotal, pero como percance grave es el primero. Cuando empezamos, nos dicen que nos respeten los toros pero pienso que ojalá lleguen muchas más cornadas porque será señal de que van a venir precedidas de triunfos y muchas tardes de toros. Hay un vídeo de José Tomás que dice una frase de José Alameda: a más compromiso, más riesgo y a más riesgo, más arte. Pienso lo mismo.

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