"El Capea se emocionó mientras Javier toreaba"

Pedro Gutiérrez 'El Capea' enseñó su ganadería al niño de Algemesí tras el festival de Alba de Tormes: "No olvido su felicidad viendo los toros, estaba loco por bajarse del coche y torearlos", recuerda el torero

Javier Adán 'El Balilla', de sufrir la dana en Algemesí a triunfar en Alba de Tormes

J. Roch

Jaime Roch

Jaime Roch

Valencia

La inocencia es un resorte casi imperceptible de la niñez. Pero gracias a ella y a su afición taurina, Javier Adán 'El Balilla', el niño de 4 años nacido en Algemesí que ya no puede dormir en su casa porque acabó arrasada por la dana, fue el principal triunfador del festival taurino celebrado este fin de semana en la plaza de toros cubierta de Alba de Tormes (Salamanca), escenario del primer festival taurino cuyo objetivo fue recaudar fondos destinados a las víctimas y damnificados de la mortífera dana del pasado 29 de octubre.

En él actuaron Pedro Gutiérrez 'El Capea', Damián Castaño, Alejandro Marcos, Manuel Diosleguarde y Antonio Grande, además de los novilleros Juan Antonio Pérez Pinto y Julio Norte para lidiar astados de ganaderías, como Castillo de Azuel, Ramón Rodríguez Espioja, Pío Tabernero de Vilvís, Hermanos Sánchez Herrero, Juan Luis Fraile, José Cruz e Ignacio López-Chaves.

El sueño del niño

Javier, que fue invitado por Pedro Gutiérrez 'El Capea' tras ver una foto de Moisés Castell de dos niños jugando al toro en las calles embarradas de Algemesí, trazó el paseíllo con los toreros y se puso a torear de salón en el centro del ruedo momentos antes del festival taurino: "Ha sido como un sueño hecho realidad, porque era un sueño para Javi ir a conocer donde viven los toros, donde se crían... también conocer a toreros como El Capea...", manifiesta su padre, también de nombre Javier. El niño heredó la afición de sus abuelos Juan Manuel 'Chamorro' y José Ramon Marín y su bisabuelo Pedro y no se pierde una novillada en su pueblo en el cadafal 'Només tinc un'.

El Niño de la Capea junto a Javier Adán 'El Balilla' en Salamanca

El Niño de la Capea junto a Javier Adán 'El Balilla' en Salamanca / Levante-EMV

"Estuvo en hotel mientras El Capea se vestía con el traje corto para el festival y en la plaza también conoció a toreros de la talla de Julián López 'El Juli'", cuenta su padre. Al día siguiente fueron a la ganadería de El Niño de la Capea y el maestro le llevó por todos los cercados para ver la plenitud en la que vive el toro bravo: "El Capea se emocionó mientras Javier toreaba de salón en la ganadería. Estaba impactado porque tan solo tiene cuatro años...".

"Un fin de semana inolvidable"

"Me gustaría que todo el mundo supiese la clase de persona que son Pedro y toda su familia. Son extraordinarios porque siendo quienes son, son gente muy humilde y que vale la pena conocer. Mi hijo no olvidará este fin de semana nunca", concluye el padre de Javier.

Por su parte, Pedro Gutiérrez 'El Capea', que también le brindó el novillo del festival, tampoco olvida "esos ojos de felicidad y de emoción en el niño y en sus padres. Ese cariño no se paga con dinero porque Javier, cuando veía los toros en el campo, estaba feliz y estaba loco por bajarse y torearlos. Ha sido un fin de semana inolvidable". Parece que la familia Capea y la del Balilla han quedado unidas para siempre gracias a la solidaridad del mundo del toro.

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