Novilleros: sueños e ilusiones por el toreo

Hasta seis aspirantes a torero ocuparán los puestos en las dos novilladas de la próxima Feria de Fallas, donde las miradas apuntan al salmantino Marco Pérez tras ser el número uno del escalafón

Simón Andreu, en la plaza de toros de La Malagueta antes de hacer su debut con picadores.

Simón Andreu, en la plaza de toros de La Malagueta antes de hacer su debut con picadores. / Álex Zea

Jaime Roch

Jaime Roch

La ilusión por los jóvenes toreros, novilleros en este caso, se corresponde íntegramente con la propia experiencia del aficionado a los toros. Esta perspectiva de futuro, invita, en este sentido, a dar rienda suelta a las aspiraciones de aquellos espadas que empiezan a caminar en este mundo de gloria y sueños especialmente llamativo por su dificultad. 

De entre ellos, sobresale el salmantino Marco Pérez, quien camina por el mundo del toro como si ya hubiera echado los cimientos para intentar ocupar sitios de privilegio en los próximos años, una vez tomada la alternativa. Su apuesta en el próximo San Isidro de Las Ventas, donde lidiará en solitario seis novillos, también hace pensar que la Feria de Fallas le espera.

Otro de los novilleros más destacados de la temporada ha sido Íker Fernández 'El Mene', quien en su primera temporada como novillero con picadores -debutó en el carnaval de Ciudad Rodrigo (Salamanca)- ha sido triunfador del Alfarero de Oro de Villaseca de la Sagra (Toledo), de la Vid de Oro de Arganda del Rey (Madrid) y también triunfador del Circuito de Castilla y León. Se ha criado en la Escuela de Salamanca, pero nació en Zaragoza y de sus muñecas ha brotado uno de los toreos más especiales del plantel de novilleros con tan solo un puñado de novilladas picadas. Sobre todo, por su voluntad de torear con profundidad, hondura y elegancia.

Íker Fernández 'El Mene', en un extroardinario natural.

Íker Fernández 'El Mene', en un extroardinario natural. / Levante-EMV

En ese nivel, también se encuentra otro aragonés: Aarón Palacio, ya conocido por la afición valenciana tras ser el triunfador de la Setmana Taurina de Algemesí y lograr salir por la puerta grande el día de la novillada de Jandilla. Palacio también conquistó el Zapato de Oro de Arnedo (La Rioja) y, en él, late también un concepto puro del toreo. Los dos jóvenes, tanto El Mene como Palacio, merecen pisar la plaza de toros de València el próximo 2025. Por triunfos no será. Lo tienen fácil los empresarios para la Feria de Fallas.

Y en ese aire también anda -y da gusto verlo- Fabio Jiménez, de la escuela pura de Diego Urdiales. Nacido también en La Rioja, qué buen concepto proyecta el joven delante de los novillos. Finalista del certamen de novilladas nocturnas en Las Ventas, su buen toreo requiere economía de movimientos. Aquí, como en cualquier otra expresión artística, menos es más. Traza los muletazos en redondo de cadera a cadera, cosida en los vuelos la embestida. Merece tiempo y suerte. 

La recuperación de Donaire

El novillero de Chiva, Simón Andreu, hijo de picadores, acaba de recoger el trofeo al mejor novillero de la Feria Taurina de Málaga que otorga la Diputación de Málaga. No estuvo incluido en las novilladas clasificatorias del primer Circuito Valenciano de Novilladas ni tampoco en la Setmana Taurina de Algemesí, pero ahí queda su buen debut con picadores en la Malagueta, en el que cortó dos orejas tras dejar el sello de su concepto. Desde entonces no ha vuelto a torear. También ha hecho motivos para presentarse en la plaza de València.

Por su parte, Alberto Donaire sigue recuperándose de su gravísima cornada en el esfínter sufrida en la plaza de toros de València y, después de un nuevo ingreso en el Hospital Clínico de València y superar una anemia, ya ha vuelto a los entrenamientos de toreo de salón. El torero nacido en Calahorra (La Rioja), pero criado taurinamente en Valencia confía en estar listo para probarse en el campo en el próximo mes de enero y cumplir la esperada reaparición en una de las dos novilladas de la Feria de Fallas.  

Alberto Donaire sigue recuperándose, pero ya ha empezado a torear de salón.

Alberto Donaire sigue recuperándose, pero ya ha empezado a torear de salón. / Levante-EMV

Otra de las nuevas perlas que alumbró la plaza de toros de Algemesí este año se llama Juan Alberto Torrijos, hijo y nieto de torero: lo más importante es que dejó entrever su buena clase de torero, su estilo, su manera de expresar delante de la cara del novillo, cosa nada fácil en su primera novillada picada. También merece presentarse en València.

La dedicación de Miguelito

Miguel Senent, Miguelito en los carteles, también sigue su camino en el mundo del toro con la ilusión de tomar la alternativa en 2025. El joven novillero de Campanar, que trabaja y entrena a la vez, cortó las dos orejas y rabo en El Herrumblar (Cuenca) y se mostró a buen nivel en el primer Circuito Valenciano de Novilladas, además de triunfar en Blanca (Murcia) esta última temporada. Su dedicación y amor propio en la profesión merecen premio y sitio en la plaza de toros de València.

Borja Escudero, criado en la Escuela Taurina de Alicante y actual ganador de la primera edición del Circuito Valenciano de Novillada, también está en la baraja de las ilusiones de cara a 2025. Todos los nombres contienen los sueños y las ilusiones por el toreo. Y la plaza de toros de València dictará sentencia de algunos de ellos en la próxima Feria de Fallas.

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