Borja Jiménez: "Fue un milagro, el rey vino a verme a la enfermería"
El torero de Espartinas recibe el alta y viaja a Olivenza para torear mañana: "El rey Felipe VI me deseó mucha suerte para el resto de temporada"

J.Roch

"Doctor, mañana voy a torear en Olivenza (Badajoz), ¿qué me tengo que tomar?". Son palabras de Borja Jiménez desde la cama de una de las habitaciones del Hospital La Salud de València, ayer a última hora de la tarde. Apenas se puede mover sin dolor tras la durísima cogida del segundo toro de La Quinta cuando entraba a matar, pero parece un héroe de hierro tras su milagro en la plaza de toros de Valencia: "No tengo roto nada". Le mira a los ojos al traumatólogo Daniel López Quiles y, tras hacerle la última revisión del día, sigue en su empeño, aunque el doctor le aconseje lo contrario: "Sí, voy a torear en Olivenza. No puedo faltar", dice con seriedad, convencido de su destino, de que su ciclo vital continúa a los cuatro días de un percance que dominaría la corrida del día de San José en la Feria de Fallas. "Me duele la espalda cuando me río y a la hora de toser", le dice a Quiles, del equipo médico de Cristóbal Zaragozá, cirujano jefe del coso de la calle Xàtiva. Ya ha recibido el alta tras una radiografía y mañana reaparecerá en Olivenza. Lo tiene claro. Los toreros son de otra galaxia.
¿Cómo se encuentra?
Con los típicos dolores del porrazo, sobre todo en la espalda, en el hombro y en el pecho. Me he quedado ingresado más días por el efecto de los calmantes por vena, así que ahora tengo que ser paciente y esperar al alta porque tengo muchas ganas de torear en Olivenza.
¿Va a reaparecer mañana?
Sí, claro. Me dolió mucho perderme mis dos toros en la Feria de Fallas, sentí mucha impotencia y se me salieron las lágrimas. Así que ahora no voy a permitir perderme una cita tan importante como Olivenza.
¿Qué pensó cuando lo cogió por el pecho?
La verdad, al principio, me temí lo peor. Me asusté mucho porque me metió el pitón por dentro del fajín y no me soltaba. Se me hizo eterno porque parecía que no se terminaba nunca, aunque en el vídeo sean segundos.
Y entró en la enfermería.
Llegué sin apenas aire, casi sin poder respirar. Me quitaron el vestido y me pusieron hasta dos calmantes para calmar el dolor.
¿Cuál fue su primer pensamiento?
Salir a volver a torear, sin duda. Antes de que me desvistieran, le dije a mi cuadrilla que le pidieran a Román que dejara mis toros para el final, pero cuando me levanté de la camilla para ver mi estado, me tuve que tumbar de nuevo porque se me iba la vista, se me nublaba.
El golpe fue fortísimo.
Sí, cuando se me enfrió el cuerpo, el dolor de espalda ya no me dejaba prácticamente moverme. No podía torear porque se me quedaron las lumbares totalmente agarrotadas.

El traumatólogo Daniel López Quiles y Borja Jiménez en el Hospital Salud. / R. Peris
¿Cree en los milagros?
Sí, de la manera que me cogió el toro es un auténtico milagro que no me hiriera. El animal del encaste Santa Coloma es muy certero. Además, esos pitones tan astifinos que tienen...
¿Es creyente?
Sí y creo que las cosas pasan por algo. Le tengo mucha fe a la Virgen de Loreto, que está al lado de mi casa en Espartinas.
¿Qué le dijo el rey Felipe VI?
Tuvo el detalle de entrar en la enfermería con los médicos y saludarme para ver cómo estaba cuando terminó el festejo. Allí nos hicimos una foto que guardaré con mucho cariño y me contó los detalles de los demás toros después de mi cogida. También me deseó mucha suerte para el resto de la temporada.
Llenaron la plaza en el día de San José.
Creo que eso ya es parte del triunfo de la tarde. Por eso intenté por todos los modos salir a torear.
Usted realizó esa apuesta con este cartel.
Sí, elegimos torear La Quinta porque las negociaciones no fueron fáciles. Mi apoderado Julián Guerra y yo decidimos apostar con una ganadería muy buena, pero que no es nada fácil, y con un torero como Román. Hay días en los que hay que lanzar la moneda y que sea lo que Dios quiera.
Y lanzó la moneda.
Sí, el toro me cogió por tirarme a matar por derecho y se fue directamente a por mí. Quería asegurar mi primera oreja de la tarde.
El cartel también tuvo el argumento solidario y el luto de su vestido.
El bordado en azabache es el primero que he tenido y lo estrené en València para mostrar el respeto hacia las víctimas de la dana. El capote de paseo igual, también era en azabache.
Tras finalizar la conversación, le llama Juan Antonio Ruiz 'Espartaco'. El maestro sigue de cerca su evolución. El tercero de su cuadrilla, el banderillero de Burjassot Luis Blázquez, también entra por la puerta de la habitación cuando cae la noche. Qué toreros. Qué ejemplo para la sociedad.
- Las amas de casa ya pueden pedir la nueva pensión de más de 500 euros: estos son los requisitos
- La jueza de Catarroja que empatiza con las víctimas y ha zanjado la batalla de «relatos»
- Cortes de tráfico en València por el triatlón 'Ironman 70.3' de este domingo
- El joven acuchillado y quemado en Llíria fue asesinado por una deuda de poco más de 2.000 euros
- El pulso de una vecina de Ciutat Vella con un fondo de inversión: 'No paran de acosarme
- Una investigación revela que Luis Suñer pasó la mayor parte de su secuestro en un pueblo de la Safor
- Excarcelados tras varias vueltas de campana con un coche en la autovía de Torrent
- Cosido a puñaladas y quemado vivo: un crimen cruel y tosco nacido del miedo