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Pasionaria revolucionaria y pionera

Sale a la venta la biografía de Dolores Ibárruri escrita por el valenciano Mario Amorós, que aspira a ser la obra de referencia sobre uno de los grandes mitos políticos del siglo XX en España, una mujer adelantada a su tiempo

Arengando a los soldados del Ejército Popular de la República

Sitúense en las primeras décadas del siglo pasado en España. Un país hundido, pobre y con un sistema político descompuesto. En una coyuntura complicadísima y con una formación básica, tomó conciencia de clase obrera una figura irrepetible. Fue una adelantada a su tiempo, pues la mayoría de las mujeres aún vivían recluidas en sus hogares. Pero el socialismo transformó a aquella joven en todo un referente. La revolución rusa le hizo soñar con el ideario comunista y su ímpetu le llevó a liderar el emergente PartidoComunista de España (PCE). La Guerra Civil la catapultó como líder de masas, con discursos históricos que trataron de salvaguardar la República del fascismo.Lanzó el «¡No pasarán!» como una de las grandes proclamas de la historia reciente de España. El exilio engrandeció su carisma y elevó a Dolores Ibárruri a la categoría de mito. Regresó a su país tras la conquista de la democracia como una política muy respetada. Varias obras habían profundizado sobre la figura de Pasionaria -ella misma rechazaba su apodo con artículo, la Pasionaria, porque parecía nombre de folklórica-, pero ninguna con el rigor y la exhaustividad con la que lo ha hecho el alicantino Mario Amorós, que acaba de publicar (y ya está a la venta) la biografía de referencia de Dolores Ibárruri, editada por Akal.

«Las últimas biografías sobre Pasionaria eran de 2005, de Juan Avilés, y la anterior de 1999, de Rafael Cruz. Hace 15 años que no se publicaba nada sobre ella. Tampoco hacían un trabajo exhaustivo con el archivo del PCE ni la prensa comunista, y yo he podido hacerlo gracias a que ahora está digitalizado. El objetivo es que fuera la biografía de referencia de Dolores, había una laguna historiográfica que había que solventar y espero que el tiempo demuestre si he conseguido que sea la referencia», explica Amorós (Alicante, 1973), licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado y doctor en Historia por la Universidad de Barcelona. En la trayectoria del periodista valenciano destacan las biografías a Salvador Allende, Pablo Neruda y Augusto Pinochet, pero como explica esta es «la primera obra relevante sobre una figura importante de la historia de España».

Comenzó a gestar la biografía en 2016, pero la pandemia fue el principal obstáculo para que el trabajo viera la luz, reconoce Amorós, que finalmente ha publicado cuando quería: «Este año se cumple el centenario de la creación del PCE y era sin duda el momento». La obra se apoya en el archivo del PCE,«que es muy extenso», y el de Dolores Ibárruri, «que conserva su nieta Lola, en Madrid». Sobre este último valioso material el escritor asegura que hay «cantidad inmensa de información, hay mucha correspondencia que solo está ahí». También pudo consultar «una gran cantidad de fotos, discursos, documentación personal muy importante para saber el impacto de la muerte de su hijo Rubén en Stalingrado (Volgogrado) o las memorias de su hija Amaya». «Las memorias de Amaya están muy bien para configurar la época familiar en el País Vasco, y se citan por primera vez en este libro», avanza Amorós.

Una nueva lectura de la historia

Entre la lectura que aporta esta biografía sobre la figura de Dolores Ibárruri, por primera vez el autor demuestra que Pasionaria no ofreció ningún discurso de despedida a las Brigadas Internacionales en otoño de 1938. «Muchas veces se cita el discurso que dio Pasionaria en la despedida de las Brigadas Internacionales, pero he descubierto con gran sorpresa que no dio aquel discurso. He dedicado mucho tiempo a corroborarlo y Dolores no tuvo un protagonismo especial, sino que fue más de Juan Negrín. El famoso discurso, no existió, aunque sí publicó un texto escrito en noviembre del 38. Te sorprendería saber la cantidad de historiadores que hablan de un discurso que no fue tal».

Amorós considera a Dolores Ibárruri « la figura icónica del comunismo en España por su impacto», y como ejemplo cita el mitin que ofreció en París en 1971: «Un documental recoge las imágenes de los trenes llenos de españoles, tras 25 años sin poder dirigirse a ellos». El largo exilio y su cariz también la convirtieron «en una figura emblemática», considera el autor, que añade que en el ámbito internacional «es también un referente del comunismo». «Ella fue una de las primeras mujeres del mundo que dirigió un partido político», recuerda Amorós, que pone énfasis en algunas de sus intervenciones políticas:«Cuando va a Italia en el año 62 tiene un recibimiento impresionante; en 1975 también fueron 20.000 personas a Roma atraídas por una persona que simboliza lo que fue la lucha de la República Española contra el fascismo».

El periodista valenciano no duda en calificar a Pasionaria como «un icono, tanto ella como su consigna del «¡No pasarán!». Aquel legendario llamamiento realizado ante los micrófonos de Unión Radio el 19 de julio de 1936 es imprescindible en la historia contemporánea de España. «Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren, por el fuego y el terror, sumir a la España democrática y popular en un infierno de terror. Pero no pasarán…», proclamó Dolores Ibárruri cuando estalló la sublevación fascista liderada por Francisco Franco.

La radio fue la gran aliada da la atractiva oratoria de Pasionaria. «Tenía una voz cautivadora en la radio, con discursos muy bien armados, de gran autenticidad, muy claros, muy creíbles, con un mensaje claro: unidad de los antifascistas y el ‘no pasarán’», remarca Mario Amorós, que añade: «Su protagonismo lo adquiere en la guerra, cuando es la gran portavoz del PCE en España: ella fija su posición en la guerra. Y después mantuvo el protagonismo en la época dorada de Radio Pirenaica, con discursos muy escuchados. La España antifranquista escuchaba esa radio, fue una voz muy impactante».

Sin duda, su condición de mujer fue también clave para amplificar su proyección de líder. «Que sea una mujer en esa época la convirtió en un mito, la mujeres de la época vivían recluidas, no tenían apenas acceso a la universidad y por ello es una figura muy potente por ser mujer», señala el periodista de Alicante, afincado en Madrid.La nota curiosa es que Pasionaria no se consideraba feminista, aunque el término tenía otra connotación hace 40 años.Dolores Ibárruri negaba aún en los 80 el término feminista desde una visión ortodoxa, porque consideraba que siendo comunista lo era todo para aspirar a una sociedad justa e igualitaria».

El miedo de una madre coraje

Siempre vestía de negro, porque el duelo acompañó toda la vida a Dolores Ibárruri, marcada por la muerte de cuatro hijas, aunque el verdadero golpe fue la muerte de Rubén en el campo de batalla en Rusia contra los nazis. Antes había combatido contra el ejército de Franco. «El hecho de que su hijo muera en Stalingrado es algo terrible que marca su vida, murió como un héroe voluntario, pero tuvo un efecto devastador en ella, aunque aquello le hizo tener aura de madre coraje», asegura Mario Amorós.

El autor también desvela el que considera fue el gran miedo de Pasionaria. «Ella era muy mayor, se fue al exilio con 44 años, y volvió con 82 años cumplidos, una anciana. Ella no lo confesó jamás, pero tenía miedo a morir en el destierro como le ocurrió a Indalecio Prieto, que murió en México. Ella quería volver a España, era su verdadera obsesión. Lo vivió con una gran angustia, también por la larga agonía del franquismo. El testimonio de su nieta era conmovedor, relataba su amor por España y Euskadi, y el miedo de no volver a pisar su tierra natal. El exilio español de 40 años fue terrible», sentencia Amorós.

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