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Periodista. Hijo de Francisco Tomás y Valiente

Quico Tomás y Valiente: "La solución de España contra el terrorismo es un ejemplo"

Hace más de 25 años que es una víctima de ETA. Ya era periodista entonces. Un compañero le comunicó el asesinato de su padre, valenciano expresidente del Tribunal Constitucional. Tras diez años sin la banda terrorista, relativiza la efeméride: solo reconocieron su derrota, afirma

Quico Tomás y Valiente, retratado esta semana en su casa de Madrid; al lado, manifestación en 1996 por la muerte de su padre. josé luis roca/levante-emv

Francisco Tomás y Valiente fue asesinado el 14 de febrero de 1996 en su despacho de la Universidad Complutense de Madrid. El terrorista etarra Jon Bienzobas (Karaka) disparó sobre el jurista valenciano y expresidente del Tribunal Constitucional mientras este hablaba por teléfono con otro profesor, que fue testigo del asesinato al otro lado de la línea. Aquel atentado dio lugar a una de las movilizaciones más grandes de rechazo a ETA, con miles de jóvenes levantando sus manos blancas contra la violencia. Su hijo Quico, periodista, ya estaba trabajando en la agencia Efe aquel día. Un compañero fue el que le dio la noticia. Más de 25 años después y cuando se cumplen diez años de la derrota de ETA, Quico deja un rato el pleno del Senado que está siguiendo (volvió a la agencia tras un paso por la oficina de Iván Redondo en la Moncloa) desde su casa para recordar y hablar de la violencia y sus secuelas.

¿Qué le dice la palabra perdón?

Me acuerdo de la intervención de Otegi [del lunes], que consiguió ser protagonista, pero lo ha sido más con la que se ha conocido después sobre los 200 presos y los presupuestos. No quiero que me pidan perdón ni me parece lo importante. Lo importante son los hechos: cooperación con la Justicia en la investigación de los atentados que no han sido esclarecidos y una condena expresa del terrorismo como método.

¿Reconfortan de alguna manera las palabras de Arnaldo Otegi sobre el dolor causado?

En absoluto. O sea, muchas gracias, Otegi, pero no me pidas perdón. No lo pediste cuando lo tenías que pedir y, si no tuviste respeto a las víctimas de ETA entonces, ahora me da igual lo que digas.

¿Qué le dice la palabra venganza? ¿Ha sentido ese deseo, ha tenido que luchar contra él?

Cualquiera puede imaginarse la reacción emocional en un caso como este, pero mi padre era partidario del Estado de Derecho. La solución de la sociedad española contra el terrorismo es un ejemplo y un logro histórico. El terrorismo busca una reacción indiscriminada de violencia por parte del Estado, que justifique su lógica belicista, y la respuesta de España, que es la del Estado de Derecho y nunca la de la venganza, es la acertada y la que se ha demostrado más eficaz y eficiente.

Se enteró del asesinato de su padre cuando ya estaba en Efe. ¿Antes de eso, había pensado en la posibilidad del atentado, lo había hablado con su padre?

No, para nada. Nunca lo esperas.

¿No recuerda vivir con miedo?

No, no, qué va.

¿Y después hay que olvidar?

Hay que explicarlo. Porque es bastante increíble que haya personas que no son conscientes de lo que ha significado el terrorismo de ETA, que era completamente absurdo y extemporáneo, porque estaba luchando contra el progreso de la España democrática. Es mentira que ETA surgiera como lucha contra el franquismo. Más del 90 % de los atentados se producen durante la democracia. Estaba fuera de tiempo, pero esto es algo que hay que explicar porque, entre otras razones, el terrorismo, como decía Primo Levi del nazismo, si sucedió, puede volver a suceder.

¿Preocupa que las nuevas generaciones crezcan sin saber de la violencia vivida?

Me parece importantísima no solo la memoria histórica, que no estoy diciendo que no lo sea porque la memoria del franquismo es otro asunto bastante increíble que no se ha conocido, sino también la verdad histórica. Que no se convierta lo sucedido en el País Vasco en una confrontación entre dos bandos con víctimas de los dos. Fue una banda terrorista que actuaba contra los derechos fundamentales de las personas, que mató a mujeres y niños de manera indiscriminada, que actuó siempre que pudo y que fue derrotada.

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¿Derrota y no declaración de fin de la violencia?

ETA no sigue actuando porque la derrotaron, no porque decidiera dejar de actuar. A estas alturas el aniversario es algo muy relativo. Es el momento en que ellos reconocen su derrota, pero lo importante es esta: la derrota.

¿Pensaba que iba a ser verdad el cese de la actividad o que era un movimiento táctico, otro de tantos?

Estaba convencido. Sabía, lo sabíamos todos, que ETA era incapaz de seguir atentando. Si hubiera sido capaz, hubiera seguido. También sucedió que la izquierda abertzale se dio cuenta de que ya no podía seguir exprimiendo el terrorismo. Se fueron desmarcando muy lentamente.

Está también el 11S, el yihadismo, la reacción de EE UU...

Se pueden meter lógicas de muy distinto tipo. Fundamentalmente sucedió que la izquierda abertzale se dio cuenta de que ETA estaba derrotada y de que no iba a seguir aportando réditos políticos. Tenían que virar y ese viraje todavía no han sido siquiera capaces de hacerlo mediante una condena del terrorismo.

¿Nos ponemos demasiado alarmistas mirando el presente por lo crispado y lo polarizado que está y nos olvidamos de esa España del terrorismo que sufrimos?

Es distinto. La polarización es una forma de acción política superficial y propia de una idea del mundo oportunista y cortoplacista. No se entiende que en España vivamos este clima, bastante excepcional en nuestro entorno. Quizá sucede en Estados Unidos. Las nuevas formas de comunicación también cooperan, pero al final en gran medida es una falta de talento de la clase política. Lo hemos visto en la incapacidad de ponerse de acuerdo en que ETA fue derrotada y que es un triunfo de la democracia.

¿Ha visto «Maixabel»?

No. Con todos los respetos hacia esta persona [Maixabel Lasa], yo no tengo ningún interés en encontrarme con ninguno de estos elementos.

¿No lo ha pensado nunca?

Estuve en el juicio. Vi cuál era su actitud y me pareció que hacían muy bien en condenarle. Luego he visto que pinta caballos o no sé qué. Pues bueno... Lo que me parece mal es que Bildu le organice una exposición, como hicieron. Yo no tengo ningún interés ni en su pintura ni en él ni en los demás que participaron en el atentado.

¿Quién ha conocido en sus carnes el terror valora más la paz o ha perdido tanto que le da bastante igual?

Paz y libertad son cosas muy genéricas. Pero la democracia, que son leyes que permiten que se respeten los derechos fundamentales de todos, tenemos que defenderla todos. Es verdad que quienes nos hemos visto en esta situación nos damos cuenta de la importancia de la tolerancia militante, de ser intolerantes frente a la intolerancia, y de la gravedad y el riesgo que supone la pasividad frente a quienes demuestran semillas de intolerancia alarmantes.

¿Ser víctima de ETA y que te intenten usar políticamente es un doble castigo?

Yo es que no me dejo usar políticamente. Si quiero hacer una acción política, la hago, pero no me dejo llevar.

¿Recuerda las movilizaciones después del asesinato de su padre hace 25 años largos? Fueron importantes para la muerte social de ETA.

Claro. Pero más significativas fueron las movilizaciones en el País Vasco jugándose la cara. Fueron acciones heroicas las de Basta Ya, la librería Lagun o Gesto por la Paz.

Un recuerdo de su padre.

Le recuerdo como un buen padre, con mucho sentido del humor, muy firme, pero básicamente buena persona.

Estaría contento con que la sociedad haya podido poner fin a la violencia, imagino.

De hecho, él publicó muchos artículos en prensa poco antes de que le mataran defendiendo la manera en que debíamos acabar con el terrorismo y ese ha sido el camino seguido. Un camino de éxito aunque hayamos debido pagar un precio tan caro.

¿El peor momento en estos casi 26 años?

El asesinato. Tiene la doble tragedia de la muerte y el asesinato. Y entre los dos hacen una combinación muy complicada, porque la muerte tienes que aceptarla. Cualquier desgracia en la vida se supera aceptándola. Pero el asesinato es tan injusto que corres el riesgo de no aceptar la pérdida. Eso psicológicamente puede ser complicado.

¿La palabra diálogo le dice algo?

Me parece muy bien, pero cuando el otro no está por la labor o tiene una pistola, pues no.

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