J. A. Martínez, Málaga. efe

Un error del meta Arnau, en el último suspiro del partido, dio la victoria al Zaragoza y hundió un poco más al Málaga, que mereció mejor suerte, y se descuelga un poco más en su lucha por la salvación, con un complicado calendario por delante, ya que aún debe jugar ante el Deportivo, Barcelona, Madrid y Sevilla. En el minuto 91, cuando parecía que el encuentro concluiría con empate, Arnau entregó el balón a Generelo, que avanzó unos metros y se lo cedió al brasileño Ewerthon, que no tuvo más que empujarlo.