Josep Bartual, Cullera

-¿Ha cambiado mucho la cultura de las carreras, no? Ahora parece que los pilotos que llegan no valoran nada.

-Antes era muy importante el hambre de los pilotos y los pilotos vivían para la moto. Ahora no hay. Ahora a los niños se lo dan todos los hacen creerse estrellas con diez años y así no se va a ninguna parte. No hay ilusión ni esfuerzo. Ahora dicen que hay mucha base de pilotos, pero es irreal. La abundancia mata el hambre, y es un poco el error que ha cometido el Circuit.

-¿La "Cuna de Campeones" funciona?

-Bueno, relativamente. El problema es que antes, en la época de esplendor del territorial, había muchos equipos y estructuras fuertes, y ahora no las hay. Han minado todo eso. La Generalitat cree que sólo hay una forma de hacer las cosas, con su teoría piramidal de la escuela. ¿Pero por qué no pueden haber más equipos, más alternativas? ¿Qué problema hay?

-¿Ha intentado explicárselo?

-Sí, nunca me han recibido. La Federación quería tener un lugar en el Circuit, pero nunca nos han dejado entrar. Si la ley nos da una potestad y quienes gobiernan no admiten esas leyes, que las cambien, pero mientras tengamos la potestad que tenemos seguiremos peleando y luchando. ¿A malas? Yo siempre he dicho que prefiero ir lamiendo y que mordiendo, pero ellos prefieren lo segundo.

-¿Los mejores recuerdos que le ha dejado tu etapa como presidente?

-Sin duda alguna los títulos conseguidos por nuestros pilotos, sobre todo porque yo me empeñé y trabajé para que se consiguieran los títulos.

-Pero ahora también hay buenos pilotos y no se logran títulos. ¿Qué pasa?

-El problema está en la forma de hacer las cosas y la forma de hacer funcionar las cosas. Hay varios pilotos que tendrían que haber sido campeones ya. Barberá y Faubel deberían ser campeones y no lo son, pero es extrañoÉ Lo que pasa es que los intereses personales no pueden estar por encima de los intereses generales. El objetivo era conseguir hacer pilotos valencianos campeones del mundo, y quienes se marcaron esos objetivos han priorizado otros intereses.

-¿Acabarán vendiendo el circuito de Cheste?

-Probablemente. Cuando las deudas sean insoportables, lo regalarán.

-¿Puede haber alguna alternativa a Cheste?

-Sólo si Cheste funciona bien y como debe funcionar. Yo quiero que funcione. Pero si hay que construir otro circuito para hundir Cheste, yo reniego de eso.

-¿Se sigue levantando todos los domingos para ver las carreras?

-Claro, no me pierdo ni una. Y sigo atento a los valencianos, aunque salgan el quince en parrilla.

-¿Tiene alguna ilusión ahora?

-Me gustaría hacer todo el mundial entero por una vez en mi vida, pero no sé, los problemas de saludÉ

-¿Se sientes más reconocido en el mundo de la hostelería que en el de la moto?

-Hombre, tengo la Medalla al Mérito Turístico, en el sector de la hostelería, concedida por el Congreso de los Diputados sin ningún voto en contra, ni de derechas ni de izquierdas. Pero en el mundo de la moto también me siento muy reconocido, incluso aquí, aunque las circunstancias actuales sean otras.

-¿Cree en la teoría de que las instituciones públicas deben sostener el deporte, como pasa en el mundo de las motos? Sin la ayuda pública difícilmente el Aspar Team o pilotos como Debón, Faubel o Terol po-?drían correr.

-Sí, pero sólo cuando los tiempos son difíciles, como en esta época. Pero es que cuando no había problemas, se gastaron lo que no está escrito y no guardaron para cuando hacía falta.

-¿Ha sido una buena inversión el circuito urbano de Fórmula 1?

-No lo tengo muy claro. Con cuatro duros podrían haberlo hecho en Cheste. La idea de querer ligar el deporte y la promoción turística es muy buena y siempre la he defendido. El problema es la rentabilidad de ese proyecto. No está muy clara.