Josep Bartual, Cullera

En Casa Salvador, el prestigioso restaurante situado en l'Estany de Cullera hace un día sensacional. Un arroz de primera y una larga entrevista esperan en la mesa. Hay muchas cosas de las que charlar. Salvador Gascón Ortega ya es ex presidente de la Federación de Motociclismo de la Comunitat Valenciana, pero sigue hablando de la moto con la misma pasión que siempre demostró por el deporte de las dos ruedas. Sin embargo, se le nota tristeÉ Varios achaques en su salud le han obligado a apartarse de la primera línea de acción, pero promete que nunca abandonará su lucha. Porque Salvador Gascón ha sido un luchador nato e incansable. Un día tuvo un sueño. Quería un circuito. Le costó 30 años verlo construir. Una de sus mayores alegrías, pero también el inicio del acoso y derribo de la Generalitat a la FMCV. "De momento", afirma contundente con esa valentía que siempre le caracteriza, "no lo han conseguido".

-¿Por qué abandona justo ahora la Federación Valenciana?

-Yo creo que después de 27 años ya está bien, ¿no? Cuando entré en la FMCV venía de presidir el Moto Club Cullera, donde hacíamos infinidad de cosas y las mejores carreras de España. Cuando yo era presidente de MC Cullera habían 1.700 socios y ahora sólo quedan 30É Pero lo importante es que entré a la FMCV con ganas de hacer muchas cosas, de pelear y dar mi vida por las motos. Creo que conseguimos hacer la Federación más fuerte de España, levantamos muchas especialidades y me marqué muchas metas, algunas de ellas costaron mucho, como la construcción del circuito, pero al final creo que las he conseguido todas.

-¿Entonces no deja la Federación por agotamiento, por ir siempre a contracorriente?

-No, eso lo he hecho toda mi vida. Pero comencé a tener problemas de salud y los médicos me recomendaron que no me complicara la vida, que me quitara todo lo que provocaba preocupaciones. Lo que sí es verdad es que después de casi 30 años peleando, he perdido la ilusión de estar ahí, y ya era hora de dar la bienvenida a una cara nueva.

-¿De dónde le viene su gran pasión por las motos?

-Pues sinceramente no la heredé de nadie. En mi familia a nadie le gustaban las motos. Cuando se lo planteé a mi padre, él me dijo: "Con las motos puedes hacer lo que quieras, menos correr". Y bueno, entonces decidí dedicar mi vida y mis esfuerzos a ayudar a toda la gente que quisiera correr en moto.

-Pero en realidad sí que llegó a correr una carrera en 1973, ¿no?

-Sí, fue una carrera de enduro, pero sólo una. Allí se acabó mi carrera deportiva, pero comenzó mi tarea por y para la moto.

-El primer objetivo fue el Moto Club Cullerra.

-Sí, pero no recuerdo exactamente cuando entréÉ Sé que era menor de edad. Me faltaba un año para cumplir los 18 y estuve esa temporada como presidente en la sombra. Una vez cumplí los 18, ya pude ser presidente. Creo que en total estuve unos 15 o 16 años al frente del MC Cullera y creo que conseguimos muchas cosas. El GP de Cullera ya ha quedado para la historia, una de las mejores carreras que se hacían en España. Todo el mundo quería venir a correr. Era un circuito urbano, pero muy seguro, con mucho trabajo. En todos los años que hicimos sólo hubo un piloto que se rompió la clavícula y eso habla mucho de la seguridad de la prueba, pese a que ya corrían motos muy potentes.

-Me ha hablado que cuando entró en la FMCV se marcó unos retos. ¿Cuál fue el mayor?

-Evidentemente la construcción del circuito. En 1973 viajé a Daytona y aluciné con aquello. Y lo vi claro. Vi que aquel gran circuito rodeado todo de gradas y espectacular cuadraría a la perfección en Valencia. Me imaginaba su ubicación perfecta en Cullera, con una pequeña montaña y al lado del mar. Hubiera sido único. Y empezamos a trabajar en ello. Necesitamos un millón de metros cuadrados libres y viajé por muchos circuitos para ver curvas y mirar posibles trazados. Me reuní con los principales alcaldes de la Comunitat Valenciana y al final Cullera iba a ser su destino. Estaba el dinero y todo el proyecto listo. Hablé con la Federación Internacional en 1976 o 1977 y me lo aprobaron. Y cuando ya estaba todo a punto de comenzar, el ayuntamiento me dice que lo sentía mucho pero había un terreno que no era suyo y no se podía hacer. Tuve que ir a la FIM y pedir perdón. A partir de aquello me volví loco para llevar adelante el proyecto. En Xàtiva, en Tavernes de Valldigna, en Gandia, en GuadassuarÉ

-Y al final se empeñó en Llaurí y tampoco salió, pese a que hubo inauguración incluida.

-Ya estaba cansado y quería hacerlo como fuera. Renuncié a hacer un gran circuito y quería construir uno pequeño que sirviera de escuela, que por lo menos tuviéramos algo con lo que comenzar. Tenía muy buena pinta, pero nada, no hubo manera. Incluso la Generalitat aprobó 320 millones de pesetas para el circuito, pero renuncié a ello porque quería demostrarles que quería hacerlo yo por el bien de motociclismo, no porque tuviera ningún interés económico ni montar ningún negocio, como muchos creyeron. Creo que en la FMCV conseguimos levantar muchas especialidades muertas y crear el mejor territorial de España, pero la construcción del circuito fue lo que más costó.

-¿Cuántos millones ha enterrado en la moto y comprando terrenos para un circuito?

-Muchos, no lo sé, eso es incalculable. No lo quiero saber tampoco. Pero lo he hecho a gusto. Siempre que he visto a un piloto con posibilidades le he ayudado como he podido. En comprar terrenos para circuitos no tanto, sino en apoyo a pilotos, en todo el mundo que creía que lo merecía.

-Cuenta que ha conseguido todas tus metas, ¿no le ha quedado algo por alcanzar?

-Mi último esfuerzo fue construir tres circuitos escuela en las tres provincias, pero nos pusieron mil trabas y problemas. Hubieran sido tres circuitos baratos donde los pilotos se podrían pasar todos los días dando vueltas y enseñándose, pero no pude lograrlo. Y también me hubiera gustado que el Circuit y la FMCV hubieran ido de la mano. Deseo que algún día pase.

-La reivindicación para conseguir un circuito de velocidad permanente duró 30 años, incluidas manifestaciones y actos multitudinarios, pero la clase política siempre les dio la espalda. El presidente Eduardo Zaplana dio el paso de construirlo. ¿Fue la mayor alegría de tu vida?

-Sí, pero también sufrí mucho con aquello.

-Siempre tuve la sospecha que la construcción del circuito fue una idea robada. Usted y la FMCV se pasaron toda la vida luchando por él y cuando lo construyeron les apartaron, ¿no?

-Sinceramente, a mí me daba igual que me robaran las ideas y todo lo que quisieran. Yo no quería ninguna medalla, sólo quería que construyeran el circuito, era mi único objetivo, pero había gente que no lo entendía. Con los socialistas estaba todo hecho y al final, de repente, no había dinero. Querían hacerlo todo o nada, y podrían haber comenzado sólo con construir la pista y poco a poco el resto. Pero bueno, nunca entendí por qué no lo hicieron, porque todo el mundo lo quería y era una gran fuente de riqueza. Alguno creyó que yo quería el circuito para mí, no entendían que yo lo quería para todos. Y cuando llegaron los populares, pues simplemente tuvieron que cumplir una promesa electoral. No tenían más remedio. Yo el hombre más feliz del mundo, pero entonces cogen y apartan a la FMCV. No entendí nada.

-Hay un antes y después desde la construcción del Circuit Ricardo Tormo para la FMCV. Antes se le respetaba y era fuerte. ¿Desde 1999 considera que ha sido ninguneada por la Generalitat y el propio circuito, reduciendo al mínimo sus funciones?

-Sí, ellos decían que la Federación era un mal necessario. Ellos pusieron todos los medios para poder machacarnos, querían que la Federación no existiera, y que el Circuit controlara sus funciones, y eso no lo íbamos a tolerar. Para la FMCV el Circuit es un club más que organiza carreras y ellos no lo aceptan. Sólo voy a poner un ejemplo clarificador. En 1982 entré como presidente de la FMCV que coincidió con su creación. Durante esos años hasta la construcción del circuito conseguimos 7 campeonatos del mundo (dos de Tormo, cuatro de Aspar y uno de Champi) y dos campeonatos de Europa (Debón y Borja). Desde que se construyó el Circuit y la Generalitat inexplicablemente nos negó la gestión de las carreras, no ha habido ningún campeón mundial más. ¿Algo se habrá hecho mal, no? Y nunca, nunca, se han gastado tanto dinero en un deporte, cuando en la época de Tormo, Aspar y Champi hacíamos milagros con cuatro pesetas porque había necesidad, había hambre, y ahora lo han cambiado por la cultura del despilfarro y es imposible que los chavales de ahora aprecien el valor de las cosas. En aquella época ayudé como pude a todos los pilotos para que fueran campeones. Al único que no ayudé fue a Champi porque tenía a Pascual Royo como padrino. Eso es así.

-¿Cree que trataron incluso de borrar a la FMCV y a Gascón de la memoria del aficionado?

-Sí, por supuesto, pero el aficionado no es tonto y tiene memoria. Saben lo que hemos hecho y lo que están haciendo. ¿Sabes?, me voy, pero voy a seguir atento a todo por si hay que volver a liarla. Sospecho que quieren quitarle al Circuit el nombre de Ricardo Tormo y si eso lo intentan, te aseguro que habrá guerra.

-¿No cree que le pongan una curva al circuito a su nombre, verdad?

-No lo creo. Se la han dado a Doohan que ni ha pisado el circuito, ya vesÉ ¿Me gustaría? Claro. Pero al margen de reconocimientos te puedo decir con todo convencimiento que nadie, nadie, ha luchado tanto como yo por el circuito y eso no me lo quita nadie. Si no están convencidos de ello, que no me la den.

-Afinadades políticas a parte, Gascón siempre fue considerado como un personaje incómodo para la clase política.

-Siempre, es cierto, porque yo estaba empeñado en hacer el circuito y luche y luché e hice todo lo que pude para conseguirlo, y confundieron la ilusión de un pueblo, de unos aficionados, con un interés personal que no existía. En mi vida, en las carreras y la Federación yo he puesto dinero para cubrir presupuestos e incluso para llevar adelante proyectos

, pero nunca, nunca, me he llevado un duro. Estoy orgulloso de haber sido tan honrado, algo de lo que otros no pueden presumir. Y lo más importante para mí, es que nunca nadie podrá decir que alguien ha hecho más que yo por la construcción del circuito. De eso estoy completamente seguro.

-¿Hablamos de personas?

-No me gusta hablar de personas en concreto.

-Bien, le propongo nombres y contesta lo que quiera. ¿Ricardo Tormo?

-El número 1. Ricardo, con todas las cosas y problemas que tuvo, era una gran persona y un piloto único.

-Su relación con Aspar cambió radicalmente. La sensación es que cuando era piloto era una cosa y desde que es propietario de equipo se ha deteriorado mucho esa relación. ¿Es cierto?

-Yo no he cambiado. Ese es el problema. Yo he mantenido siempre la misma línea. Él no.

-Incluso Aspar llegó a ser vicepresidente de la Federación.

-Sí, pero no vino nunca a ninguna reunión. Yo no sabía que hacer para se implicara con la FMCV y le ofrecimos ese puesto, pero nada. Además, si en mi vida he tenido dos o tres enganchadas con Ricardo Tormo ha sido por culpa de él.

-¿Por qué cree que la Generalitat confió toda su estrategia en materia deportiva en Aspar y Adrián Campos, aunque ahora éste último está marginado por el Consell?

-No sé, pregúntaselo a ellos. Lo que sí es verdad es que la Generalitat promovió la política de estás conmigo o estás contra mí. Nos pasamos 30 años luchando por el circuito y luego nos apartaron y apostaron por personalizar la política deportiva. Por darle demasiado protagonismo a determinadas personas. ¿Por qué? No se entiende. A mí me gustaría que el circuito fuera por y para todos los valencianos y ahora mismo no es así.

-Se ha acusado a la Federación de ser una especie de gueto, donde siempre estaban las mismas personas.

-Pero es que nunca ha habido alternativa. Los que hemos estado, lo hemos hecho porque nadie quería afrontar ese gran reto de organizar tantas de carreras, de estar siempre al pie del cañón. No hay nadie que se ofrezca a trabajar por el motociclismo a cambio de nada.

-¿Qué opinión le merece el nuevo presidente, José Luis Berenguer?

-Es un hombre de la casa, joven, muy trabajador, muy persistente y con mucha más mala leche que yo. Lo veo con fuerzas para pelear y defender los intereses de la FMCV.

-¿Alguna persona clave en tu etapa como presidente?

-Por supuesto, Carmelo Fernández, el secretario general. Lo ha dado todo por las motos también.

-¿Ha tenido alguna decepción muy grande en sus 27 años de mandato?

-La más grande de mi vida fue cuando fueron a mostrar el circuito por primera vez e iba a subir al autobús y un personaje puso la mano en el pecho y me dijo "tú no". Lloré más que nunca.

-¿Quién fue?

-No quiero decir su nombre, pero merece todo mi desprecio.