Vicente Solá es el nuevo presidente de Valencia Basket Club, anteriormente conocido como Pamesa Valencia, que entra "en una nueva etapa", según palabras del propio Solá. Juan y Fernando Roig, máximos accionistas del club, han transmitido al consejo de administración que busquen "una manera" de deshacerse de las acciones. Solá aseguró que él y Francisco Raga, nuevo vicepresidente y director general, esperan que el Valencia Basket Club "se abra a toda la sociedad valenciana".

Así las cosas, los hermanos Roig seguirán ligados al club durante los próximos dos años. Juan Roig indicó que garantiza "el mecenazgo económico" hasta que los nuevos máximos dirigentes del club encuentren una salida para sus acciones. En este sentido, Solá afirmó que era el momento de que al club entrara "gente nueva con ganas de ayudar" y pidió también la colaboración de las instituciones valencianas, que hasta el momento, y gracias a que el equipo "no debe, a fecha de hoy, ni un euro", no se han implicado lo suficiente en las finanzas del Valencia Basket, en opinión de Solá.

Mientras tanto, Pamesa Cerámica dejará de ser el patrocinador principal de la entidad, por lo que el club pasará a llamarse Valencia Basket Club hasta que se dé con un patrocinador lo suficientemente solvente. Además, Solá garantizó que el equipo "se quedará en Valencia".

"Era de austeridad"

Y es que el Valencia Basket Club entra en "una era de austeridad". tal y como indicó Solá: "Ya no somos un club de ricos, sino de trabajadores basado en la humildad, la entrega y el compromiso". En este sentido, el nuevo presidente señaló se acabaron "los jugadores de un millón de euros".

El apoyo económico que los hermanos Roig han ofrecido durante 23 años, de casi "100 millones de euros", según Solá, ha contribuido a que entre la afición, los directivos y los jugadores se pensara que se contaba con "presupuesto ilimitado". Además, Solá también comentó que él y Raga se sentían "insatisfechos" con la gestión de años anteriores que les ha llevado a la situación actual, aunque agradeció el trabajo de los hermanos Roig y pidió "respeto" para la clave, según Solá, "de que en Valencia haya habido durante más de dos décadas baloncesto del más alto nivel".

Por otra parte, la salida de Manuel Llorente, ex presidente del Pamesa y ahora presidente del Valencia CF, también ha motivado que se emprenda desde el seno de la entidad esta profunda reestructuración. Solá no quiso entrar a valorar la salida del máximo mandatario valencianista, aunque sí la calificó de "inesperada".

Sin embargo, Solá hizo hincapié en que este "cambio de mentalidad y de modelo", como él mismo lo definió, no estará reñido con un equipo competitivo. Para el abogado valenciano, "a la plantilla le faltarán únicamente un par de fichajes" para poder afrontar con garantías la próxima temporada. Por tanto, los jugadores con los que contará Neven Spahija serán Rafa Martínez, Víctor Claver, Floren Pietrus, Matt Nielsen, Ermal Kuqo, Kosta Perovic y los canteranos José Simeón y Tornike Shengelia. La intención de Solá es que Shammond Williams se desvincule del Valencia Basket.

Además, el club está a la espera de que el base francés Nando de Colo sepa definitivamente si San Antonio Spurs contará con él de cara a la próxima temporada. Si el equipo texano no hace valer sus derechos sobre el galo, De Colo llegaría a Valencia, por lo que el club tendría "dos jugadores seleccionados en el Draft", lo que para Solá "es ilusionante".

El futuro deportivo del Valencia Basket Club también pasa por el modelo cerrado de Euroliga que será aprobado la próxima semana y en el que participarán, de manera casi definitiva, trece equipos. Solá insistió en que la nueva administración también está "completamente en contra de este modelo cerrado, lo que va totalmente en contra del principio de igualdad y contra el que seguimos luchando".