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La definitiva participación de Fernando Alonso en el GP de Europa de Fórmula 1 en Valencia supone un espaldarazo vital para una carrera que parecía herida de muerte. La presencia del piloto asturiano permitirá que el ritmo de venta de entradas se multiplique en los días previos a la cita automovilística. Sólo la enorme expectación mundial provocada por el anuncio del regreso, finalmente frustrado, de Michael Schumacher al "Gran Circo", animó la venta de localidades desde que se conociera la sanción a Renault tras el accidente de Alonso en el GP de Hungría.
Sin embargo, la definitiva renuncia del heptacampeón mundial volvió a congelar las expectativas de una carrera que, con el agravante de su bisoñez en el calendario automovilístico, había acusado, por otro lado, los efectos de la crisis económica en la demanda de entradas. De hecho, el aforo se redujo de las 112.000 localidades con las que se llenó a rebosar el circuito en la primera edición del GP, a sólo 75.000 entradas. Tras esa restricción, Valmor esperaba que se pudiera cubrir -en su estimación más optimista y antes del mazazo que supuso la sanción a Alonso-, el 80% de las localidades puestas a la venta. Además, en la última cifra oficial facilitada por Valmor Sports, empresa organizadora del GP de Europa, la semana pasada sólo se habían vendido un total de 47.000 entradas. El anuncio del indulto a Alonso se dio a conocer ayer por la tarde, a una hora escasa de que se cerrara la única taquilla abierta en los aledaños del circuito (además de las habilitadas en El Corte Inglés y en Servientrada), por lo que no dio tiempo material a comprobar qué efecto ha tenido entre la afición valenciana la amnistía a Alonso. A partir de hoy sí se verá el tirón del bicampeón mundial. Además, a lo largo de la semana se habilitarán progresivamente las otras dos taquillas del circuito.
