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Si José Ballester Gozalvo es imprescindible para entender la puesta en marcha del Llevant FC, Amador Sanchis Mora es su homólogo en el Gimnàstic del Patronato. Ambos clubs se fusionaron en 1939 dando lugar al moderno Llevant UD. Amador Sanchis: jugador, directivo, árbitro, federativo, cronista y miembro de la Derecha Regional Valenciana, fue el alma del Gimnàstic desde su fundación. Sanchis creó el club por encargo del director del Patronato de la Juventud Obrera de Valencia (PJO), la entidad benéfica católica en la que nació y creció el club blaugrana. El 16 de septiembre de 1909 nacía oficialmente el Gimnàstic, como una sección deportiva del Patronato.

Más allá de los titubeantes primeros pasos de este club, sin Amador no se puede entender la existencia del Gimnàstic. Sanchis capitaneó al equipo desde su puesto en la defensa hasta su retirada de la práctica futbolística de primer nivel, en 1921. En todo este tiempo presidió el club y fue la persona que lo condujo de la mano en el tránsito de club meramente escolar, de actividad privada que se realizaba internamente en el Patronato, hasta convertirlo en el mejor club de la ciudad. En 1919, ya sin la tutela material y moral del PJO, el Gimnàstic FC iniciaba una nueva etapa como club civil, imbricado en los bares y ambientes del fútbol urbano y de nuevo con Amador Sanchis como presidente. Junto a otros dirigentes, Sanchis fue fundamental en la construcción del Camp de la Soletat, el primer campo con que contó el club fuera de las tapias del Patronato, inaugurado a principios de 1921.

Pero si el nombre de Amador es fundamental en la concepción del Gimnàstic, también lo es para entender la filosofía del club. Desde las columnas de Diario de Valencia, 'Seg', el alter ego de Amador Sanchis, creó un discurso de club joven, díscolo y aguerrido. Un equipo que entre 1918 y 1924 conquistó buena parte de los torneos que disputó en la ciudad, incluso con el poderoso Valencia CF ya en marcha desde 1919.

El padre del decanato blaugrana

Sanchis sostuvo encendidas disputas dialécticas con los dirigentes del Valencia CF, principalmente con su fundador, Augusto Milego. Y a partir de 1924, cuando la batalla deportiva comenzó a estar perdida, el Amador Sanchis cronista prestó su último servicio al Gimnàstic elaborando el discurso del decano, reivindicando la persistencia gimnastiquista en los años más críticos del fútbol en la década de los 10 y exigiendo respeto a la tradición frente a proyectos más modernos. Curiosamente, el inicio del declive del Gimnàstic desde 1924 coincide con la irrupción de Los Invencibles del Llevant FC, el mejor equipo juvenil de su tiempo y la cantera que nutrió el Llevant FC de finales de los años 20 y los años 30, uno de los periodos dorados de la historia levantinista.

Sanchis, un granota insobornable, se mantuvo fiel a su club de toda la vida: el Gimnàstic. Una lealtad que transportó a la entidad surgida de la fusión con el Llevant FC, el Llevant UD, donde también fue presidente.