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El levantinismo espera con impaciencia el próximo partido que su equipo ha de jugar en su estadio. No porque en los dos últimos ha sumado dos victorias -ante el Betis y el Villarreal B-, seis puntos que le han impulsado en la clasificación, si no porque supondrá la vuelta a casa del hijo pródigo. Trece años después de dejar el club, el lateral izquierdo Juanfran volverá a vestir la camiseta del Levante UD. El anuncio se hizo público el pasado viernes, en una época en la que la entidad de Orriols busca recuperar a su afición desencantada. El presidente, Quico Catalán, ha entendido que el fichaje de Juanfran es un motivo más para ilusionar a la hinchada, como en su día lo fueron los traspasos de Cruyff o Mijatovic.

Juanfran, de 33 años, no tiene el caché ni el renombre de los grandes futbolistas. Pero es un símbolo levantinista. Desde su marcha del club "granota", siempre defendió su fidelidad al escudo del murciélago -el azulgrana-, pese a haber pasado por el Valencia. Mantiene su casa en el barrio de Orriols, a sólo unos metros del estadio, donde se crió y empezó a darle patadas al balón. Pero hay otros factores del perfil de Juanfran que calan en la afición. Conocido en las celebraciones por su habilidad para cantar en los karaokes, pese a su ligero problema de tartamudez, es un tipo con carisma, de los que dan titulares simpáticos a los periodistas en las ruedas de prensa. Titulado en peluquería, Juanfran se ha encargado del corte de pelo de más de un compañero en los equipos por los que ha pasado.

Mal en Turquía, bien en Holanda

El lateral valenciano, que jugó en el Levante UD durante tres temporadas, logrando un ascenso a Segunda División en la campaña 95-96, jugó también en el Valencia, Celta de Vigo y Real Zaragoza, y llegó a ser internacional absoluto, disputando incluso el Mundial de Corea y Japón en 2002. Más tarde pasó por el Besiktas turco, el Ajax de Amsterdam y desde 2008 en el AEK de Atenas.

Juanfran será presentado esta misma mañana por el Levante UD. En su palmarés cuenta con la Copa del Rey lograda con el Valencia en la temporada 98-99, la Intertoto con el Celta de Vigo en 2000, la Copa de los Países Bajos y la Supercopa de los Países Bajos conseguidas con el Ajax en la temporada 05-06, y el subcampeonato de la Copa Griega con el AEK en 2009. Entre los recuerdos queda su despedida del Valencia, en plena pretemporada, en la que no pudo contener las lágrimas.