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Cuatro años. Ese es el tiempo que los aficionados al fútbol regional del barrio de la Fuensanta llevan sin poder ver al equipo de su barrio. Y es que, en 2006, el Atlético Murcia, el club del barrio, desapareció.

Los orígenes de este club histórico de la capital se remontan a los inicios del barrio. Tras la riada del 57, la barriada de la Fuensanta se fundó a partir de las aportaciones recibidas desde Murcia. De hecho, como agradecimiento, adoptó el nombre de la patrona de Murcia. Así, también en homenaje a la región, el equipo de fútbol recibió el nombre de Atlético Murcia.

Durante la mayor parte de su historia, el At. Murcia jugó en el campo de fútbol del complejo educativo de La Misericordia. Sin embargo, en los últimos años las complicaciones crecieron. "En la última temporada del club, la directora del centro nos llegó a quitar las duchas, pese a que pagábamos a una persona para que las limpiara. No podíamos llevar a un rival y a un árbitro a jugar allí en esas condiciones. Nos tuvimos que ir a jugar a Mislata", explica Carmelo Fernández, último presidente del equipo.

Ahora, donde estaba el terreno de juego yacen unos árboles plantados y un proyecto de parking, en un lugar donde no suelen faltar plazas para aparcar. "Realmente el equipo desapareció porque nos tuvimos que ir de la Misericordia", recuerda Fernández.

Pero el recuerdo queda, y alrededor de 40 ex jugadores del club se volvieron a reunir el pasado fin de semana para disputar un partido amistoso. Viejos conocidos volvieron a disfrutar del balón y, sobre todo, a recordar lo más preciado que el fútbol de estas categorías deja: amistades que no se borran pese al paso del tiempo. "Hay gente que no veía desde hace 15 años y ha sido como si ayer mismo compartiéramos vestuario", señalaba Eusebio Sánchez, uno de los ex jugadores.

Tal vez sea el germen del renacer del At. Murcia. Carmelo Fernández avisa: "Vamos a intentar poner en marcha de nuevo al equipo".