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El portugués Jose Mourinho, que en la mañana de ayer firmó un contrato por las próximas cuatro temporadas con el Real Madrid -a razón de 10 millones de euros libres de impuestos por cada año- aseguró que no precisa "de demasiado tiempo para construir un equipo con identidad propia y con futuro". "Creo que el segundo año de trabajo es el año clave, donde se ve el equilibrio entre técnico y jugadores. Pero los objetivos creo que también pueden llegar en el primer año", dijo el técnico luso en su presentación oficial como nuevo entrenador madridista.
La expectación fue máxima. Pese a las restricciones por problema de espacio, estuvieron presentes cerca de 250 periodistas, que acribillaron a preguntas al portugués, quien trató de no ser demasiado polémico en su presentación. Aún así, le arrancaron varias referencias a su gran rival, el FC Barcelona. Dijo que ni quiere que se le considere al antídoto contra el Barça, ni cree que se deba pensar de él que es un provocador. "No soy el antibarcelonista, para nada. Me preocupa la construcción de un gran Real Madrid, pero no me preocupo por el Barcelona. Si soy odiado, problema del que me odia, no problema mío". Consideró que el equipo azulgrana "es un grandísimo rival", pero también recalcó que "el miedo" no está en su "diccionario futbolístico". Además, se defendió contra las críticas a su carácter. "No soy un provocador sino un trabajador.
Tras dos temporadas en el Inter, Mourinho empezó a dejar clara su personalidad: "No se si he nacido para entrenar al Real Madrid, pero sí para ser entrenador de fútbol. Soy entrenador de fútbol y me gustan los retos importantes". "No pienso en la presión. He hecho mucho para merecer estar aquí. He trabajado duro para conseguir este trabajo. Llego habiendo ganado todo lo que un entrenador puede ganar", añade.
Su llegada ha estado precedida por la destitución de Pellegrini, a pesar de terminar segundo en liga. La "movilidad" del banquillo no le preocupa a Mou: "Yo soy un entrenador con muchísima autoestima, con muchísima auto-confianza y no pienso en destitución. Al contrario, pienso que cuatro años de contrato son suficientes como para ganar, construir un equipo con identidad".
Mourinho calificó al Real Madrid como "un club único". "Me parece que para un jugador y un entrenador importantes no estar aquí es tener un hueco importante en su carrera deportiva", sentenció.
