En cada complicada negociación para fichar a un futbolista, uno de los factores que decanta el éxito o el fracaso de la operación es la postura pública del jugador pretendido. Roberto Soldado ha dado ese paso hacia adelante para condicionar a su club, el Getafe, para que rebaje sus pretensiones iniciales y acepte su deseo, el de recalar en el Valencia. El atacante valenciano se pronunció en esos términos durante un encuentro en un centro comercial con niños, ante los que aseguró que, entre el Atlético de Madrid -club que también le pretende- y el Valencia, no tiene dudas: "El Valencia ha completado una temporada más regular. Si me tengo que mojar por un equipo de los dos, me mojo por el Valencia".

Con esa declaración de intenciones la operación parece entrar en un camino sin retorno. Ángel Torres, presidente del Getafe y conocido por ser un duro negociador, tendrá que dar su brazo a torcer. Desde el Valencia no se considera prohibitiva la cifra de 10 millones de euros que marca la cláusula. Por el presente del futbolista, de 25 años y con una calidad más que contrastada, y por el recorrido y crecimiento que se le augura a su carrera, es una inversión fácilmente amortizable. En todo caso, la entidad presidida por Manuel Llorente, de no lograr rebajar la cantidad inicial, el Valencia plantearía, como ya anunciara ayer Levante-EMV, que el pago se realizara en varios plazos.

El futbolista también tiene las ideas claras. El Valencia le supondría volver a su ciudad natal, de la que salió desde el Don Bosco para recalar en las categorías inferiores del Real Madrid y un salto cualitativo respecto al Atlético de Madrid, que no disputará la Liga de Campeones y donde además tendría mucho más cara la titularidad. Mientras que el Valencia se ha desprendido de los dos delanteros natos que tenía en la plantilla, Villa y Zigic, el Atlético conserva de momento a sus dos atacantes "franquicia", como son el Kun Agüero y Forlán.

Con las llegadas del defensa Ricardo Costa, el mediapunta Feghouli y el mediocentro de contención Topal, las otras urgencias son un segundo delantero y un organizador que dé competencia a Banega en ausencia de Baraja.