La afición levantinista continuó la fiesta del ascenso por las calles de la capital del Turia tras lograr el ascenso frente al Castellón en el estadio Ciutat de València.

Más de 18.000 aficionados levantinistas disfrutaron del partido que devolvió al Levante a la Primera División, cuatro años después del último ascenso conseguido a la máxima categoría por el conjunto valenciano.

Tras lucir el mejor aspecto en las gradas del estadio en lo que va de temporada, la afición levantinista no aguantó más su emoción e invadió el terreno de juego estallando la euforia en el Ciutat de València con el pitido final del encuentro.

La fiesta del ascenso se prolongó sobre el césped del Ciutat de Valencia con la presencia de toda la plantilla y con miles de aficionados que, al grito de "Som som som de Primera Divisió", no dudaron en disfrutar del ascenso con los jugadores de su equipo.

El gran ambiente en la celebración lo personificó posteriormente el lateral mallorquín Pau Cendrós tras coger el micrófono y convertirse en el locutor que presentase a todos sus compañeros ante una afición entregada en el Ciutat de València.

Tras la celebración en el campo, la improvisada fiesta se trasladó a la fuente de las Cuatro Estaciones donde, miles de aficionados del Levante, se despedían de la Segunda División entre gritos y cánticos.

Los jugadores de la plantilla acudieron en autobús a la fuente donde pudieron subirse a la fuente, pese a estar en obras, para celebrar el ascenso a la Primera División en el año del centenario del club.