Rafa Nadal se metió ayer en los cuartos de final de Wimbledon después de imponerse a Mathieu en tres sets (6-4, 6-2 y 6-2). El número uno del mundo, que no se resintió de sus rodillas, se las verá con Robin Soderling . Nadal acudía a la cita con la única incógnita del rendimiento de sus rodillas. Mathieu, siendo un buen jugador, no representa mucho peligro sobre hierba y encontrarse con él en todo unos octavos de final de Wimbledon es una grata sorpresa. En la siguiente ronda espera un Soderling que llega al partido después de haberse cargado a David Ferrer, en un encuentro muy disputado a cinco sets.

El valenciano, noveno favorito sobre la alfombra verde londinense, estuvo cerca de vencer contra pronóstico al 'gigante' escandinavo, aunque acabó cediendo por 6-2, 5-7, 6-2, 3-6 y 7-5 en algo más de las tres horas de un concurso que se decidió del lado del quinto favorito tras un 'break' en el penúltimo juego del partido. El jugador de Xàbia volvió a imponer su brega habitual y rozó la remontada ante el flamante finalista en Roland Garros, aunque finalmente, fue el de Tibro el que apeló a sus mayores mimbres en hierba para acercarse a la quinta ronda del certamen.

Novak Djokovic superó al ex número uno del mundo, el australiano Lleyton Hewitt, por 7-5, 6-4, 3-6 y 6-4. En tres horas y cuatro minutos, Djokovic logró clasificarse para disputar los cuartos de final ante el taiwanés Yen-Hsun Lu, que dió la primera gran sorpresa del torneo al eliminar a Andy Roddick por 4-6, 7-6 (3), 7-6 (4), 6-7 (5) y 9-7. Por su parte, el defensor del título, Roger Federer, expresó su aprecio por el rival que encontró ayer en la Central de Wimbledon, el austríaco Jurgen Melzer, y el tenis que ofreció, pero negó que esa derrota impuesta a su amigo le haya hecho sentirse culpable (6-3, 6-2 y 6-3).

"Es sólo tenis. No es más que eso. Él mismo dijo justo después de que terminara el partido que confía en no tener que esperar otros diez años para jugar contra mí. No estaba frustrado", aseguró Federer en rueda de prensa.

El primer favorito de la competición tuvo su cita de octavos de final con su amigo Jurgen Melzer, al que nunca se había enfrentado pese a ser dos veteranos del Gran Slam, y se lo ganó rápidamente por 6-3, 6-2 y 6-3.