Después de tres grandes premios en Valencia está claro que el circuito urbano es uno de los más aburridos del Mundial. Bahrein o Montmeló también compiten con el GP de Europa por el dudoso honor de ser las carreras con menos adelantamientos del campeonato. Pero antes de que sea demasiado tarde, los responsables de Valmor Sports, la empresa que organiza la prueba, han propuesto a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) hasta tres variaciones en el trazado que rodea al puerto para favorecer los adelantamientos y, por extensión el espectáculo. Tal y como avanzó el vicepresidente de la entidad, Jorge Martínez "Aspar", la pelota está ahora en el tejado de la FIA, que trasladará la propuesta a los pilotos y si dan su visto bueno, se procederá a hacer los cambios en la pista que, por otra parte, no significarían ningún gran desembolso económico.

Aunque sobre el papel el circuito urbano tiene varios puntos claros de adelantamiento -como demostró Kamui Kobayashi en las dos últimas vueltas del GP-, en la práctica éstos se anulan porque los pilotos suelen tener una trayectoria única. La idea para abrir las diferentes trazadas es eliminar las pequeñas curvas que hay en las rectas que preceden los grandes puntos de adelantamiento. De esta manera, los pilotos podrían circular en más ocasiones en paralelo, al tener más tramos rectos.

Valmor desveló que ha presentado una propuesta con tres modificaciones del trazado, aunque podrían ser incluso cuatro. Según técnicos consultados por este periódico, las tres puntos más probables de modificación corresponden a la recta que precede a la curva 2 -donde está la base del Luna Rossa-; el segundo punto estaría en la recta que precede a la entrada al puente del canal; y por último, el tercer punto obligaría a modificar la recta que precede al ángulo situado junto al cementerio de El Grao. Además, existe otro lugar que podría ser modificado. Se trata de la denominada "recta de atrás", situada desde la salida del puente del canal hasta la potente frenada de la lonja de pescadores -donde tuvo el accidente Webber-.

En los cuatro tramos que preceden a las curvas, descritos anteriormente, se da la circunstancia de que no son totalmente rectos, sino que hay pequeñas desviaciones que obligan a los pilotos a hacer una especie de trazada única. Eliminando estos ángulos irregulares se lograría que los monoplazas pudieran llegar a las curvas desde diferentes puntos -más por el interior o por el exterior- y, consecuentemente aumentarían las opciones de adelantamiento.

Las obras para modificar estos tramos serían mínimas, ya que sólo habría que repintar el trazado de la pista y reubicar los pianos que delimitan las curvas. En otros casos, sería suficiente con asfaltar pequeñas superficies -de un metro aproximadamente- que no suponen una gran inversión. De hecho, una de las razones por las que Valmor Sports se ha animado a presentar estas modificaciones es su bajo coste económico, ya que las cuentas de la empresa privada que gestiona la Fórmula 1 arrastran importantes pérdidas del primer año de la prueba.

La FIA, a través de su polémico delegado Charlie Whiting, debe ahora decidir si da luz verde a las modificaciones o el circuito se queda como está. A favor de Valencia está la enorme seguridad que transmite la pista, como quedó demostrado en el accidente de Webber, que salió ileso.

El complicado uso del suelo del circuito

Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Valmor Sports a la hora de plantearse cualquier modificación en el circuito urbano es la multipropiedad del terreno por el que discurre el trazado. Hasta cinco instituciones diferentes tienen derechos sobre las distintas partes de la pista. Son el Ayuntamiento de Valencia, el Consorcio Valencia 2007, la Autoridad Portuaria, la empresa pública de trenes ADIF e incluso la Cofradía de Pescadores del puerto.

Valmor Sports gestiona un evento que se celebra sobre un suelo que no es de su propiedad y en algunos casos su uso conlleva el pago de una contraprestación económica, como ocurre con la Autoridad Portuaria. Las modicafiones propuestas en el trazado urbano obligarían a Valmor a pedir diferentes permisos, que dada la sintonía actual con los propietarios, no sería ningún problema. j. b. valencia