?

Aduriz ya sabe cómo le sienta la camiseta de la selección española. La de entrenamiento. El jugador del Valencia entrenó ayer, por primera vez, a las órdenes de Vicente del Bosque. Y empezó a convencerse de que el sueño ya era realidad. "Si hace unos meses alguien me dice que voy a ir con la selección, probablemente le habría mandado a paseo", confesaba ayer a su llegada a la concentración de Las Rozas. Era, la novedad. A lo mejor por eso, el vasco se apoyó en todo momento en Pablo Hernández. Para el castellonense, era su tercera citación. "Estoy contento y con confianza, esta llamada me motiva mucho y vengo para trabajar y ayudar", apuntaba Pablo.

"Ya me estoy dando cuenta de lo que es estar aquí", bromeaba Aduriz, contento por su llamada, pero consciente "de la dificultad que supone llegar a la selección española campeona del mundo": "Evidentemente es difícil estar aquí y por eso estoy contento y agradecido a todos los que me ha ayudado, especialmente a todos mis compañeros del Valencia". así, confesó que aunque había recibido "muchas felicitaciones" de sus compañeros de vestuario, afirmó que era él quien tenía que "agradecer las cosas a ellos".

El vasco, que a sus 29 años será por primera vez internacional (ni siquiera en categorías inferiores había sido convocado), se mostró "emocionado" por la oportunidad que Del Bosque le brinda. "Vengo para vivir el presente, disfrutar de esto y ayudar en todo lo que sea posible, luego ya se verá. Hay una competencia increíble, grandes jugadores y el nivel es altísimo, soy el primero que es consciente de esto. Sé que es complicado quedarse, pero aportaré todo lo que pueda", señaló. "Solo espero que los resultados nos acompañen y que el equipo siga su línea espectacular. Por mi parte, trataré de aportar mi granito de arena", dijo.

La timidez de Pablo

Algo menos entusiasmado, aparentemente por su timidez, se mostró Pablo Hernández. El centrocampista reconoció que tenía "ilusión" por acudir al Mundial de Sudáfrica, pero que el no ir no le afectó y que ha seguido trabajando para poder retornar con el combinado nacional. El castellonense señaló que su llamada era fruto en parte del buen inicio del Valencia, que era "para estar contento" y había empezado "mejor imposible" en la Liga. "Llegar aquí es un reflejo de que se están haciendo bien las cosas en el Valencia", añadió Hernández. Aún así y en todo un arranque de sinceridad, el interior recordó que en los dos primeros partidos ligueros no salió "de inicio", pero que apeló a "trabajar" y por ello ha ido "jugando más". Dijo que ve como "un orgullo" estar en esta selección "con estos jugadores, y más ahora con lo del Mundial". "Es una ilusión muy grande", recalcó, al tiempo que confesó que también tenía "mucha ilusión" por haber estado en Sudáfrica. "Sabía que era muy difícil y complicado porque en la Liga hay muchos jugadores que pueden venir aquí. No pudo ser, pero seguí trabajando para estar ahora y en el futuro", sentenció Pablo Hernández.

Y curioso, mientras los internacionales iban llegando a Las Rozas -el primero en llegar fue David Silva que había hecho noche en Madrid, y fue seguido por su ex compañero David Villa, que llegó antes de un acto publicitario-, en uno de los campos de entrenamiento se ejercitaba el combinado nacional sub-21, que el sábado jugará la ida del "play-off" de clasificación para la fase final de la Eurocopa de 2011 frente a Croacia, y todo ello bajo la atenta mirada no sólo de su seleccionador, Luis Milla, sino del propio Vicente del Bosque. Juan Mata, de reojo, seguía la expectación creada por los "grandes".

El primer entrenamiento

La selección comenzó su preparación para los próximos duelos frente a Lituania y Escocia. Vicente del Bosque, tuvo que cambiar su idea inicial, dirigió una sesión que apenas sobrepasó la hora. Las bajas de Xavi Hernández y Fernando Torres, dos habituales en los equipos iniciales del preparador, a las que se sumaron las de Jesús Navas y Pedro Rodríguez, fijos también en las citaciones, obligaron a hacer alteraciones en estos próximos compromisos.

Vicente del Bosque comenzó el entrenamiento con ejercicios de posesión y presión en espacios reducidos, con porterías pequeñas y sin los guardametas, que se ejercitaron al margen sometidos a un trabajo específico. Después dividió al grupo en dos equipos. Por una parte situó a Casillas, Sergio Ramos, Marchena, Capdevila, Busquets, Xabi Alonso, Iniesta, Cazorla, Villa y Adúriz. En el otro, Reina y Valdés junto a Piqué, Puyol, Monreal, Bruno, Borja Valero, Pablo Hernández, Silva y Llorente.