Jorge Lorenzo (Palma, 1987) recuerda que debe «seguir ganando» en el futuro poco después de destronar a Valentino Rossi. De sus batallas con el italiano asegura que se queda con todo lo que ha aprendido del gran campeón.

Ni rastro de resaca, por mucho que diga que está agotado. Jorge Lorenzo vive sus primeros dias como campeón del mundo radiante de felicidad. El nuevo rey del motociclismo atendió con los brazos abiertos a este periódico, en uno de los salones del Hotel Pan Pacific de Kuala Lumpur tras una noche de celebración por todo lo alto.

Lleva pocas horas como campeón del mundo. ¿Ya lo ha asimilado?

He dormido poco por los nervios. Llegué a las cuatro o cinco de la madrugada al hotel después de la fiesta, y estoy muy cansado, pero ha valido la pena porque fue la mejor fiesta de mi vida.

¿Cómo le llevan sus padres?

Mi madre está que no cabe en sí misma, mi padre es un poco más frío pero por dentro está muy orgulloso y mi hermana Laura está súper feliz.

¿Empieza la era Lorenzo?

Para que sea la era de Lorenzo hay que seguir ganando, y esto significa ganar carreras y seguir siendo más rápidos que los demás. El año que viene empezaremos todos de cero, con los mismos puntos y las mismas posibilidades, lo que he conseguido en 2010 no me sirve para 2011.

¿Considera que Rossi ha huido a Ducati después de padecer su gran campeonato?

Se podría decir que Valentino ha huido, pero también la huida ha sido brillante porque huir a una fábrica como Ducati, con un espónsor tan importante, es muy bueno. Ya me gustaría a mí en el futuro si me tuviera que ir de esa forma que me pasara lo mismo. Valentino ha sido un rival durísimo, ha asimilado su lesión, que no era fácil y he aprendido mucho de él, ésa es la verdad.

¿Se siente liberado con la marcha del italiano?

Por una parte los dos nos sentimos liberados porque así él se sentirá el número uno en Ducati y yo el número uno en Yamaha. Pero eso no quiere decir que el camino vaya a ser fácil con Ben Spies, que para mí es uno de los talentos más grandes que han llegado a la categoría en los últimos años.

¿Siente admiración o desprecio hacia Rossi por todo lo que ha sucedido esta temporada entre ambos?

A mí no me gusta sentir ni desprecio ni odio hacia nadie en esta vida y eso es algo que las personas que están a mi alrededor saben y espero que actúen de la misma forma. Él es un campeonísimo, mediáticamente es un genio, se sabe vender muy bien y ha hecho que el motociclismo crezca. Sólo por eso todos los que estamos en este negocio le debemos algo. Lo ha hecho por su bien, pero nos ha ayudado a todos a que el motociclismo sea más popular. Técnicamente es buenísimo y ha conseguido muchos títulos. Haberle batido este año ha sido muy difícil, pero creo que todavía lo será más si seguimos batiéndole.