?

Miguel de Petrer y Soro de Massamagrell protagonizarán mañana domingo la final de la XXV edición del Individual de Escala i Corda. Protagonizan la partida más esperada del año para cualquier jugador de este deporte. La final de mañana tiene además otros componentes de profundo simbolismo. Se cumplen cinco lustros del nacimiento de la Federació de Pilota Valenciana, con todo lo que ello significa.

El Individual nació como respuesta a una necesidad y en el deseo de modernizar un deporte que estaba atado a una concepción propia de siglos pasados. Los trinquetes valencianos, admitámoslo, eran "casas de juego". Así de claro. La expresión proviene de una de sus más preclaras figuras, de las más queridas: Juliet d'Alginet. El Trinquet era un espectáculo que no se concebía sin apuestas. Y el juego estaba, casi siempre, influenciado por ellas. El pelotari acudía cada tarde pendiente de encontrarse con unos buenos padrinos y una buena propina. ¿A quién se le iba a ocurrir un torneo que enfrentara mano a mano a los pelotaris, en una cancha pensada para equipos con tres jugadores? Pocos creían en su éxito. Un detalle: Genovés acudió a su primera final con 33 años. Hasta entonces sólo un campeonato de parejas y tríos, de escasa resonancia y seguimiento, constituía la "competición oficial". En el "trinquet", apuestas. Todo lo demás, tonterías...

Un trinquet revolucionario

El éxito del Individual, y el de una Liga Profesional, creada al amparo de la nacida Televisión Valenciana, supusieron un salto cualitativo. Curiosamente, y esto es in

negable, el mundo profesional se subió a la modernidad diez años después de que naciera el primer campeonato oficial de clubes: el Trofeo El Corte Inglés, jugado por primera vez en el verano de 1976. Y después de la primera Lliga de Llargues, o del primer Campeonato de clubes de Raspall.

En estos 25 años se han asentado grandes logros pero el más espectacular es el mostrar un nuevo Trinquet, el de la majestuosa Ciutat de la Pilota, verdaderamente revolucionario. Todo un privilegio para Miguel y para Soro III. En la historia quedarán esculpidos sus nombres como los primeros grandes profesionales de la Escala i Corda que se jugaron el máximo título en una mañana de octubre. Veinticinco años de torneo, de Federació, que culminan con esta instalación, con el recuerdo de un hermoso Europilota, con la realidad extendida de decenas de clubes y escuelas; con Pilota a l'Escola...Ha valido la pena, desde luego.

Y mañana, a las 11,30 horas, a disfrutar con el juego de dos soberbios deportistas, enamorados de su profesión y que dignifican tanta historia acumulada, tanto símbolo que luce orgulloso de ser espejo de futuro, referencia inapelable de todo lo que ha de venir en años sucesivos. Y mañana, además, habrá un nuevo rey de este deporte que lucirá la corona con toda legitimidad. Cualquiera de los dos tiene talla, porte y calidad para lucirla. Vale la pena vivirla en directo.