Ibrox Park es uno de los campos clásicos del fútbol europeo. En ese escenario se juega uno de los derbis más calientes del planeta: el "Old Firm", la vieja empresa, el duelo entre el Rangers, los "Gers" y sus vecinos de los Celtic, los "bhoys". Un enfrentamiento con un calado que va más allá de la estricta rivalidad deportiva. El Rangers representa a la clase protestante, fiel a la unidad con la corona británica. De hecho, un retrato de la Reina Isabel II decora el vestuario del equipo. En el otro bando se encuentra el Celtic, abanderado de la comunidad católica, con una fuerte ascendencia irlandesa, y tradicionalmente más desfavorecida. Entre los cánticos de la afición blanquiverde se han llegado a escuchar vítores a favor del IRA. En cada derbi se extrapolan cuestiones sociales y políticas. Es significativo que los aficionados de ambos equipos lleguen al estadio con banderas británicas e irlandesas, en ningún caso escocesas.

La tensión religiosa ha tenido ejemplos llevados al límite. En 1989 el Rangers contrató a Maurice Johnstone, procedente del Nantes francés, club al que había llegado desde el Celtic. Johnstone provenía de una familia de una familia católica. Ese legado no se lo perdonaron los aficionados del Rangers, que nunca le admitieron. Al mismo tiempo, los hinchas del Celtic le repudiaron por haberse pasado a las filas del odiado rival. Años después, el gesto del portero polaco Boruc, del Celtic, al santiguarse delante de la afición del Rangers, levantó un enorme revuelo. El Rangers-Celtic es un partido que divide a la sociedad escocesa. El actor Sean Connery se decanta por el Rangers, mientras que el cantante Rod Stewart se desvive por el Celtic. Los derbis suelen celebrarse a mediodía para evitar que las aficiones se emborrachen antes del encuentro.

Las dos anteriores veces en las que el Valencia visitó Ibrox Park, salió victorioso. En ambas, como en esta ocasión, se lo jugaba todo. En los octavos de la Recopa de la 79/80 ganó 1-3, con un gol de Bonhoff y dos de Kempes, remontando el 1-1 de Mestalla. El Valencia acabó ganando la competición en Heysel ante el Arsenal. En 1999, dos goles de Mendieta y el Piojo en la quinta jornada de la liguilla de la Champions, y con el equipo en tercera plaza por detrás del Bayern y el Rangers, dieron la victoria al Valencia por 1-2. El equipo llegaría a la final.