Alberto Soldado

valencia

Conquistó el quinze definitivo y Miguel levantó las manos con elegancia. Un gesto sencillo, sin aspavientos, acorde con su trayectoria. Abrazó a sus compañeros y se lanzó corriendo a besar a los suyos. Vivía el momento más emotivo de su carrera, el más intenso, seguramente el más íntimo. Era un momento suyo, de nadie más. Subió las gradas y besó a todos los que le han animado desde su infancia. ¿Qué puede sentir un pelotari en ese momento? ¿Hay palabras para explicar ese sentimiento?

Observemos las dos imágenes de esta página para comprenderlo todo. Arriba, el jugador, absolutamente concentrado, a la espera de la pelota reboteada en el cristal. La jugará con toda su fuerza creadora. Abajo, levantando el trofeo con unos ojos que emiten profunda felicidad y paz interior. Ese es Miguel, el Xiquet de Petrer, dignísimo campeón de este deporte que en una hermosa mañana de octubre, en el majestuoso Trinquet de la Ciutat de la Pilota, ante más aficionados que nunca, en un día para la Historia del Joc de Pilota, veía cumplidos los sueños de cuando jugueteaba en las losas del trinquet de su pueblo, en aquella escuela impulsada por el club, y de la mano de su mentor: Paco Amores. De no ser pelotari Miguel -él mismo lo confiesa- sería zapatero. Es pelotari por la fuerza de la humildad y del trabajo. Virtudes poderosas que suelen derribar los muros más sólidos. Ayer aplicó a la perfección el "manual", expresión del inolvidable Paco. Ayer ganó el pelotari con más argumentos, con más prestaciones, con "més ofici", como dice Paco. Soro III levanta obuses con la derecha, suelta pelotazos poderosos pero juega con una mano. Miguel tiene mano y media, y seguridad en la "volea", y criterio en el golpeo. Soro III, además, anduvo con la ansiedad propia del primerizo en una final de esta magnitud. Miguel no se arrugó en el momento más delicado, cuando Soro aprovechó su pegada para colocar "val net" en el resto, e igualar a 30. Era ocasión de cambiar el rumbo pero el de Petrer, acostumbrado al sufrimiento, mantuvo el temple y remontó el juego para encararse imparable a la victoria. Al final un 60 a 30.

El jugador que puso contra las cuerdas a Genovés II en Bellreguard, es el nuevo rey. Y conviene recordar que tiene calidad para no ser un pelotari de transición. El Xiquet de Petrer es ya "tot un home", en el sentido hermoso que esa expresión tiene en lengua valenciana, la que ha aprendido Miguel en razón a su humildad, su disposición y su trabajo.

Miguel: "Dedico esta victoria a mi padre y a mi madre. Todo me ha salido bien"

Miguel mostraba su satisfacción con palabras de reconocimiento a su rival Soro III: "Tiene una pegada muy fuerte y resta mucho. Quizás hoy ha estado un poco nervioso y gracias a Dios a mí todo me ha salido bien. Es un momento de gran felicidad que quiero dedicar a mi padre y a mi madre. Han sido muchos meses de preparación pues tenía fe en conquistar el Individual".

Soro III no ocultaba su decepción: "He perdido y eso no gusta a nadie. Quiero felicitar a Miguel porque ha hecho una gran partida, merece ser el campeón y es un digno campeón. Quizás me ha faltado un poco de suerte en un par de juegos que podían haber caído a mi favor. Espero tener más oportunidades de poder optar al título individual. Voy a seguir trabajando para conseguirlo. Estoy satisfecho del trabajo realizado por mi preparador Pepe Martí y seguro que mejoraremos en el futuro".