El Tribunal Supremo ha condenado al Valencia Club de Fútbol a pagar a Hacienda 333.955 euros por no hacer frente a parte de los impuestos del contrato que firmó Claudio Ranieri en su primera etapa como entrenador, según recoge la sentencia a la que ha tenido acceso en exclusiva Levante-EMV. El club, que en aquel momento presidía Francisco Roig, no tributó el 25% de 1.271.196 dólares americanos del fichaje del técnico italiano en septiembre de 1997. Hacienda reclamó al Valencia 256.367 euros de impuestos más 77.587 euros por intereses de demora. La entidad recurrió la reclamación de Hacienda sin éxito ante la Audiencia Nacional y ahora el Tribunal Supremo acaba de ratificar que debe hacer frente a la deuda.

El Valencia tiene que pagar ahora las consecuencias de una práctica extendida en los clubs de fútbol españoles a finales de los noventa que consistía en costear una parte del contrato de los entrenadores y jugadores como un salario normal que tributaba y otra a través de sociedades interpuestas radicadas en paraísos fiscales. El Valencia, según publicó este periódico, pagó oficialmente a Ranieri un millón de dólares por la campaña 97-98 y la siguiente. Pero además, según revela la sentencia, el club desembolsó otro millón en concepto de derecho de contratación. "El mencionado derecho fue objeto de cesiones sucesivas que partieron de una entidad italiana", pasaron por una sociedad "radicada en las Antillas Holandesas, que es un paraíso fiscal, y terminaron en el Valencia Club de Fútbol", según recoge el fallo.

El club no tributó por esa "prima" del contrato. La sentencia advierte de que el Valencia tampoco aportó un documento que acreditara que Claudio Ranieri cedió a "alguna entidad o persona física su derecho a ser contratado como entrenador". La entidad valencianista sí que confirmó a Hacienda que no desembolsó nada en concepto de traspaso al club italiano Fiorentina, que fue el anterior equipo de Ranieri.

La clave es que el Supremo entiende que el pago del derecho a contratar a Ranieri en realidad fue una simulación para evitar los impuestos. Por tanto, el Alto Tribunal considera que el Valencia sí que tiene que cumplir con Hacienda. Además, los magistrados han condenado al club a desembolsar 6.000 euros por las costas del abogado del Estado.