­

No duró 60 segundos, porque el público empezó a aplaudir antes de tiempo. Arturo Tuzón tuvo en Mestalla la despedida que no tuvo diecisiete años atrás, por mucho que, con el paso del tiempo, despertara en la masa social una simpatía a tono con lo que, de verdad, representó en la historia del Valencia CF.

Estará contento: las pancartas eran ahora entrañables. «Arturo Tuzón (DEP), president de la Renaixença. Mai oblidarem el teu exemple de trellat» rotuló la peña VCF Sud. «Gracies per no traure els duros» dijo Gol Gran. También «Vas brodar l´escud amb fil d´or»

Los que le tenían aprecio —incluyendo los que fueron adrede a Mestalla para estar presentes en el homenaje— pudieron contemplar ese cambio de talante, aunque era previsible. Lo mismo se hizo en los partidos de categorías inferiores.

Masivo funeral

Horas antes, el Tanatorio Municipal de Valencia se convirtió en el escenario de su último adiós. Allí se dieron cita numerosas personalidades del valencianismo, entre integrantes de la primera plantilla de la etapa de Tuzón y directivos tanto actuales como de etapas anteriores y que coincidieron con el ex presidente. Incondicionales y rivales. Los que siempre le apoyaron, los que oscilaron en su relación y los que tuvo enfrente.

Uno de los primeros en llegar a la misa que se celebró a media mañana fue el presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, Vicente Muñoz. Tras él; el que fuera secretario técnico y entrenador de los blanquinegros Roberto Gil. Este calificó a Tuzón como «una gran persona, recto, intachable y que dejaba hacer». Sus amigos más cercanos eran los más afectados. Vicente Silla, posiblemente el primero en enterarse del fallecimiento, reconocía lo mucho que le costaba remontar anímicamente.

El turno de sus sucesores en el cargo llegó pocos minutos después. Por un lateral del edificio se acercaron, separados por pocos pasos, Pedro Cortés y Paco Roig, mientras que desde el lado contrario hacia entrada en el Tanatorio Jaume Ortí. Ayer era un día de unidad para el valencianismo por lo que antiguas rencillas quedaron atrás ante la despedida de un presidente al que le tocó vivir una de las peores etapas del club y que será recordado por haber revertido esa situación.

A ellos se les unieron Juan Bautista Soler, que entró por el aparcamiento del edificio y evitó a los periodistas, y el máximo dirigente del Valencia, Manuel Llorente. Llorente fue el único directivo del club junto con el vicepresidente Javier Gómez.

Entre los jugadores que sí acudieron se encontraban antiguos representantes de la primera plantilla o en la cantera del conjunto de Mestalla, como Bossio, Robert, Cuxart, Camarasa, Giner, Tendillo, Arias, Sánchez, José Miguel Torres o Luis Pascual. El último entrenador de la etapa de Tuzón, Paco Real, también acudió a despedirlo pese a su delicado estado de salud. El adiós de Arturo Tuzón reunió además a diversos representantes del fútbol valenciano y español, como el presidente de la Agrupació de Penyes Blas Madrigal, su antecesor Jaum Part, el máximo mandatario del Levante Quico Catalán o el presidente de la Asociación de Futbolistas Luis Rubiales.

El mundo de la política estuvo presente en la misa previa en la figura de los concejales del Ayuntamiento Cristóbal Grau, Miguel Domínguez, Carmen Alborch y Mercedes Caballero.

Los restos de Arturo Tuzón fueron posteriormente incinerados.