El Valencia se ha adentrado en una decadente dinámica de resultados en las últimas semanas. De cinco encuentros oficiales disputados -Manchester United, Athletic Club, Barcelona, Rangers y Mallorca-, sólo ha logrado vencer en uno, contra el Athletic (sufrido 2-1) y acumula dos derrotas consecutivas. El súbito bajón del conjunto de Unai Emery, que había alcanzado el liderato con todo merecimiento, ha coincidido, además, con la definitiva explosión de juego y goles del Real Madrid. El equipo de Mourinho es líder por delante de un Barcelona sin la exuberancia de años anteriores pero sólido en resultados. En condiciones lógicas, merengues y culés reeditaran la enconada lucha por el título del curso pasado, que elevó el listón del campeón hasta los 99 puntos.

Esa realidad deja como objetivo valencianista la pelea por entrar en Liga de Campeones. En ese realista desafío tendrá como contincantes al Villarreal, que ha firmado un buen arranque, y al Atlético. También se espera que el Sevilla, de la mano de su nuevo técnico Gregorio Manzano, esté en la "pomada". El calendario no da tampoco ninguna tregua. Las dos próximas visitas a domicilio del Valencia serán ante rivales directos como el Sevilla y el Villarreal, y contra el Real Madrid en el Bernabéu. En Mestalla, donde más dificultades ha encontrado para encarrilar sus encuentros, el Valencia dispondrá de envites más asequibles, que deberá sacar adelante para no descolgarse de los puestos de cabeza: Zaragoza, Getafe y Almería. Entre semana deberá intercalar partidos de Copa del Rey, ante el Logroñés, y la decisiva cita de Liga de Campeones contra el Rangers en Mestalla, en la que hay en juego buena parte de las opciones de seguir en la máxima competición continental.

Señales de autocrítica

El Valencia espera haber tocado fondo con la derrota del pasado sábado en Mestalla frente al Mallorca. El pobre juego desplegado, la reacción crítica de la hinchada y los errores, reconocidos por el propio Emery, sobre el mal planteamiento de salida, en una alineación con excesivos cambios, pueden empujar al equipo hacia un punto de inflexión. Además, como informaba ayer la agencia Efe, el pinchazo contra el Mallorca supuso la primera derrota como local del Valencia después de once meses sin perder ante su público (el 13 de diciembre de 2009 cayó 2-3 ante el Madrid. El equipo se debe aferrar a Mestalla, donde había cosechado 13 triunfos y únicamente dos empates.