Lo más extraño es que, como empieza a ser habitual, Efes Pilsen se vio rápidamente superado por un Power Electronics que tuvo a las musas de cara los primeros minutos del partido. Martínez acosaba con facilidad al ex de Pamesa Igor Rakocevic y los hombres interiores turcos no eran rival para un enorme Robertas Javtokas. Pero el equipo comenzó a acusar cierta relajación, las rotaciones llegaron tarde -con Cook acumulando pérdidas, Simeón no jugó ni un minuto en el primer cuarto- y el Efes Pilsen se acercó en el marcador a dos puntos del conjunto valenciano: 14-16 al final del primer periodo.

Así las cosas, mucho tenía que cambiar el guión del partido si el Power quería seguir manteniéndose por delante. Bueno, quizá no tanto. Bastaría con que Lishchuk mantuviera el gran nivel de Javtokas en la pintura para que el Power venciera en el Sinan Erden de Estambul. Pero el ucraniano no jugó sus mejores minutos y el Power se resintió, tanto que el equipo turco consiguió ponerse por delante medido el segundo periodo. Llegaron entonces los nervios y el Power jugó a rebufo de Efes Pilsen hasta el descanso. Una mala decisión de Claver propició el contraataque turco y los de Estambul se fueron cinco puntos por delante al descanso: 34-29.

En el tercer cuarto, la indolencia se generalizó en el Power Electronics y Efes Pilsen se estiró. A todo esto, Omar Cook acumulaba muchos minutos en pista, sin ser el Cook de Unicaja, y Simeón se desesperaba en el banquillo -el de Silla sólo volvió a pista cuando a falta de tres minutos para el final Rafa Martínez fue eliminado-. En la pista, el escolta de Santpedor se desvivía en defensa pero en ataque no le llegaban balones, y sin el aporte exterior de uno de los mejores triplistas de Europa, el conjunto valenciano se fue del partido. Para solucionarlo, brazos en aspa de Hussein y el Power en zona. Pero ni por esas. El último cuarto vio a Efes Pilsen mucho mejor colocado en el parqué y por arriba en el marcador, con Rakocevic revitalizado después de que Rafa Martínez se insertara en el extremo superior de la zona y dejara de encimarle. Mientras, Tunceri y Thornton jugaban a placer y se iban hasta grandes guarismos anotadores.

Llovía y mucho sobre el Power. 15 puntos abajo a siete minutos del final. Lo que es peor, la imagen que trasmitía el equipo valenciano: no había defensa y en ataque se tiraban de soluciones individuales para un problema de actitud general. En el último periodo, el Power se dejó ir y el Sinan Erden disfrutó viendo cómo su equipo, entrenado por un viejo conocido de la ACB, Perasovic, jugaba con el Power Electronics Valencia. Sin solución de continuidad, la semana que viene llega a La Fonteta el CSKA de Moscú, y no parece que los de Hussein puedan mejorar su imagen.