El Valencia se vio obligado a incrementar su patrimonio neto el pasado verano para evitar la causa de reducción de capital social, diez meses después de cerrar una ampliación de 92 millones de euros para salvarse de la quiebra. Así lo indica el punto 3 del informe de auditoría de las cuentas del club, que serán presentadas el próximo sábado en la Junta General Ordinaria de Accionistas (Alameda Palace, 9 horas en primera convocatoria). Una asamblea en la que la entidad de Mestalla presentará la reducción de su deuda total en 150 millones de euros gracias a la importante reducción de sus gastos en un solo año.

Las ventas de Marchena y Alexis -obtuvo 7,5 millones por el traspaso de ambos futbolistas al Villarreal y el Sevilla, respectivamente-, así como el reajuste del balance en otros apartados que deberán ser aclarados en la junta, permitió al club equilibrar el desajuste entre el patrimonio neto y el capital social el pasado 30 de septiembre, un paso necesario para evitar males mayores. A 30 de junio de 2010, el patrimonio del Valencia (57 millones de euros) no alcanzaba el 75 del valor del capital social, una ilegalidad que hubo de corregirse y que reflejaba su delicada situación económica en números reales. En caso de no haber alcanzado un tercio del valor de su saldo absoluto, entonces habría surgido la amenaza de la disolución, que ocurrió a otros clubes de fútbol como el Oviedo, Celta o Zaragoza. Estos tuvieron que acogerse al "plan acordeón", consistente en reducir el capital y después realizar una ampliación para eliminar deudas.

La reducción de capital, que obligó al club a reajustar el presupuesto durante el verano pasado, ocurre cuando es obligatorio el restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio neto de la sociedad, disminuido por consecuencia de pérdidas. Se trata de un fenómeno que daña la imagen de las sociedades, porque se sabe con certeza que el pretendido exceso de recursos económicos, en relación con las necesidades del objeto social no es, por lo general, más que una mera apariencia.

El préstamo no para de crecer

El capital social del Valencia se multiplicó por diez tras la ampliación de capital, por un valor de 92 millones de euros, realizada en 2009. Tras la suscripción a cargo de los pequeños y medianos accionistas, la Fundación del Valencia salió al rescate en la última fase al adquirir los 75 millones restantes y convertirse en accionista mayoritaria. Gracias, eso sí, a un préstamo avalado por las instituciones públicas que no ha hecho más que incrementar la deuda, visto que los títulos no pueden ser vendidos hasta que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dé su visto bueno. De momento, la Fundación ha tenido que incrementar en 6 millones el crédito para poder hacer frente a los intereses.

El capital social del Valencia pasó a ser de 101 millones de euros con la operación económica más trascendental en la historia de la entidad de Mestalla. La Fundación está a la espera de poner a la venta más de 470.000 acciones por un importe superior a veintidós millones de euros.