La final del Ruralcaixa de Raspall certificó la superioridad de Rafelbunyol en el panorama de los clubes de la especialidad. La victoria por 25 a 5 de Miguel y Moro sobre Lluïsset y Trini, de Alzira, fue incontestable. De hecho, así se intuía entre los aficionados que se decidieron a apostar y que, ofrecieron, de salida, dos juegos de ventaja a favor de los pelotaris de l´Horta Nord. Confiaban en el poderío y fortaleza de Moro. El de Alcàntera de Xúquer no les falló. Impuso un frenético ritmo de principio a fin y derribó toda resistencia rival. Moro está en otro nivel. Hace años decidió apostar por la pilota en el seno de los clubes y su arriesgada apuesta le ha salido redonda: disfruta más que nunca, siente el calor desprendido y generoso de los aficionados, y además, sostiene una fuente de ingresos que le independizan de veleidades y caprichos. Moro ha conducido a Rafelbunyol a las cumbres del «raspall». Ayer sostuvo las indecisiones de su joven resto Miguel, a quien no dejó de animar en los momentos más comprometidos, que fueron los primeros «quinzes» de la partida, en los que pareció que la calidad de Lluïsset, acompañada por la potencia de Trini tendrían alguna opción. Pronto se disiparon las dudas. Vimos al mejor Moro de los últimos tiempos, poderoso con su palma de derecha y de izquierda, decidido rematador a «volea» y siempre con hambre de victoria.

Demasiada diferencia

Alzira apostó este año por Trini de Xeraco. Roberto ha dado un paso atrás para en favor de la juventud. Y a la juventud, ayer, le pesó la responsabilidad. Trini hubo de enfrentarse a un Moro que hoy está considerado como el mejor, con diferencia. Lo intentó pero la empresa era demasiado exigente lo que le llevó a cierto desasosiego y a algún yerro impropio a su contrastada calidad. A Moro hay que evitarle y para eso hay que jugar con menos potencia y más cabeza. Es posible que Roberto entre en ese perfil pero también es verdad que Trini se ha ganado estar en la final y vivir esta hermosa experiencia de jugar en un trinquete a rebosar, entre los delirios de unos aficionados que disfrutan de la intensidad de la modalidad, del generoso derroche físico de los cuatro protagonistas y del ambiente desprendido, de entrega absoluta que se vive en estas finales.

Temporada redonda

Rafelbunyol cierra una temporada de ensueño, con doble victoria en las competiciones oficiales de la especialidad: el campeonato de «carrer» y el campeonato reservado para «trinquets». En ambos, ha dominado con solvencia. Alzira, club referencial por su amplia actividad y por la cantidad de jugadores y equipos que aporta a la causa de la pilota no ha podido revalidar esta título. Esta vez se ha encontrado con una formación rival que asienta su reinado en el mundo del «raspall».

Temporada redonda

Asistió a la final el «conseller de gobernació», Serafín Castellano que, es de suponer, habrá tomado nota del ambiente que se respira en las competiciones de clubes de esta especialidad. También debutó oficialmente el nuevo presidente Daniel Sanjuán, jugador que es de esta modalidad.

La Llosa de Ranes, campeón juvenil

El Trinquet de Sueca acogió las finales de las categorías inferiores. formación de La Llosa de Ranes alcanzó el título en la categoría de juveniles tras derrotar a Genovés. En la segunda categoría femenina fue campeón el club de Beniparrell, y en la máxima categoría, Borbotó, con su figura, Ana Belén, que alcanza su noveno título oficial. Alzira conquistó el título de cuarta categoría. Villalonga de La Safor conquistó el de cuarta A mientras que Castelló de Rugat se hizo con el título de tercera al derrotar a Planes. Rafelbunyol también se alzó el título de la segunda categoría. Con el Ruralcaixa se cierra la temporada de torneos oficiales de clubes de 2010 y cuyas finales han llenado a rebosar los distintos escenarios de juego: Alfafar, Alfarp y La Llosa.