En la entrevista que le hizo José Manuel Bort la semana pasada, Manolo Salvador declaró: "Me molesta que se menosprecie la calidad de nuestros jugadores". La leímos y aplaudimos sus palabras porque son una verdad tan grande como un templo. Estamos hartos, al igual que Manolo, de la gente que parece estar esperando la caída levantinista de los cielos de la clasificación para decirnos: "Si ya lo decía yo, que no era vuestro sitio, que estabais durando mucho tiempo arriba".

Los que así piensan pertenecen a una parte importante del mundo futbolero, seres incapaces de valorar como se debe a los futbolistas del Levante. Demuestran ignorancia pues ven las cosas simplemente equiparando bajos presupuestos a calidades de las plantillas. Si un club no se permite fichas exageradas y actúa con prudencia económica automáticamente lo tildan de candidato al descenso. Manolo Salvador no lo interpreta de la misma manera y en la entrevista dice que confiaba en el rendimiento del equipo esta temporada, que lo veía competitivo y con un gran compromiso en el vestuario. Volvemos a estar de acuerdo con él y afirmamos que la trayectoria liguera del Levante no es fruto de casualidades y fortunas, sino de un trabajo bien hecho. Para nosotros lo raro hubiera sido lo contrario, que el equipo levantinista estuviera arrastrándose por la parte baja de la clasificación. Apoyando la opinión de Manolo Salvador dimos un repaso a los futbolistas del Levante actual y encontramos una mayoría con calidad suficiente para desenvolverse con soltura en Primera División. ¡Ya quisieran otros equipos con más renombre poder formar una alineación con Munúa, Venta, Ballesteros, Nano, Juanfran, Farinós, Iborra, Valdo, Koné, Barkero y Juanlu, ya quisieran! Con alternativas en el banquillo de la talla, entre otros, de Xavi Torres, El Zhar o Rubén. Por ello todos los levantinistas debemos levantar la voz y valorar lo que tenemos cuando alguien se permita menospreciar nuestra plantilla. Con la satisfacción que nos dieron las palabras de Manolo Salvador cerramos el año 2011, el mejor de la historia del Levante. Sólo nubló nuestro bienestar futbolero la lesión de Juanlu producida en el partido de Copa frente al Deportivo. Es un delantero rápido y goleador de admirable regularidad en el equipo levantinista. Es la primera consecuencia negativa de un torneo secundario para el Levante y esperemos que sea la última. Porque el riesgo sigue hoy en Alcorcón, ante un conjunto difícil de doblegar en su campo donde lucha incansablemente por la victoria y donde consigue que algunos árbitros se dejen influir por el apasionado ambiente que se vive en este estadio Santo Domingo. El Ontinyent lo sabe bien. Un colegiado llamado López Acera le birló allí el ascenso a Segunda en 2010 con un caserísimo arbitraje.

No nos preocupa demasiado el resultado copero de esta noche en Alcorcón. Sólo deseamos que la integridad física del Levante salga bien parada sin nuevos contratiempos en forma de lesiones. De un Levante que, por cierto, no está interpretando el papel de Cenicienta, como algunos opinan, viviendo un sueño maravilloso gracias al hechizo de su hada madrina. No existe tal hada y la carroza granota no se convertirá en calabaza. Manolo Salvador, con sus declaraciones, lo está afirmando y estamos totalmente de acuerdo con él.