El Ciudad Ros Casares venció ayer en la pista del USK Praga y vengó así, en el estreno europeo en su banquillo del técnico Roberto Íñiguez, la derrota sufrida hace un par de meses ante el equipo checo en el pabellón de la Fonteta. El equipo valenciano fue de menos a más y supo rehacerse de un flojo arranque de partido y, aunque su incapacidad para imponer su guión desde el inicio le obligó a un esfuerzo extra, en una sólida segunda parte logró cerrar una victoria de mérito.

El choque comenzó con un alegre intercambio de canastas entre ambos equipos, que acabó por pasar factura al conjunto valenciano. Acostumbrado a construir sus triunfos desde la defensa, el Ciudad Ros Casares entró en el juego del equipo checo y en un primer momento no tuvo problemas para mantener el envite (15-15, m.7). Pero esa dinámica acabó por pasarle factura y el equipo de Roberto Íñiguez se 'desconectó' en los últimos tres minutos del primer cuarto, lo que permitió a Viteckoková, Whalen y Elhotová agujerear la defensa visitante (29-10, m.10). La salida a la pista de Isabelle Yacoubou dio fuerzas al conjunto valenciano y entre la interior francesa, que sumó nueve puntos casi consecutivos, y Maya Moore, que en su estreno europeo demostró su capacidad anotadora, despertaron a las visitantes (36-37, m.25).

Pero el Praga no se vino abajo y, tras un tiempo muerto de su entrenador, logró salvar su buen trabajo en la primera parte y con puntos de Frida Eldebink llegó al descanso por delante en el marcador (44-41, m.20). El paso por el vestuario permitió al conjunto valenciano coger las fuerzas necesarias para hacerse definitivamente con el mando del encuentro y acabar dominando.