Cada día son más los jugadores que utilizan las redes sociales como vía directa para comunicarse con sus seguidores. Pero, a partir de la próxima temporada, los jugadores del Valencia , así como los empleados del club, deberán controlar sus mensajes en Facebook, Twitter y Tuenti. Y es que, visto el revuelo y la repercusión que alcanzan estos mensajes, el club está elaborando un manual en el que advierte sobre qué tipos de notas se puede escribir y el sentido de los mismas.

Según pudo saber ayer Levante-EMV, en el reglamento figura que los jugadores y empleados deben tener con la redes sociales el mismo cuidado que en sus declaraciones públicas.

Con carácter sancionador, el manual está en fase de elaboración y aún quedan muchos aspectos por determinar. Los futbolistas, como ocurre en sus declaraciones públicas y recoge el reglamento de régimen interno, no podrán expresar en sus mensajes de texto ni menosprecio, ni animadversión, insulto o desprecio a entrenadores, empleados, adversarios, jugadores, entidades, dirigentes o autoridades deportivas. Sí podrán expresar libremente su opinión sobre otras materias.

En la actualidad son numerosos los jugadores del Valencia que utilizan Twitter, la red que está de moda entre los futbolistas. Ayer, por la tarde por ejemplo, Tino Costa presumía de contar ya con 17.000 seguidores — «casi 17000 personas!!! jaja ja increíble. Un saludo para todos!!!», escribía—, mientras Sergio Canales utilizaba la red para anunciar que, por primera vez desde que fue operado el 28 de octubre de los ligamentos, había empezado a correr — «Qué alegría volver a correr!!!, tuiteó—. Estos dos mensajes, por ejemplo, sí estarían permitidos en el nuevo reglamento.

Ever Banega, sin embargo, sí sería sancionado si, como ocurrió el pasado mes de julio, colgará en Facebook una foto suya con la camiseta del Real Madrid o el Chori si, tras su cesión al River, volviera a utilizar la red para criticar las decisiones de Emery. «Las redes sociales son peligrosas», reconocía entonces Emery que veía complicado frenar este tipo de acciones.

De momento, y porque ya están advertidos, los valencianistas deberán actuar en los cuatro meses que quedan de temporada con cautela pero, si la pifian, sólo recibirán una reprimenda.

Otro problema, pero que el club no puede vigilar, es el comportamiento de los familiares. Y es que, como ocurrió el pasado jueves con la hermana de Dani Parejo, los mensajes son incontrolables. Eso sí, llamado al orden el jugador, Natalia retiró el mensaje y pidió perdón.

Con el nuevo manual, lo que sí podrán seguir haciendo los jugadores es airear datos de su vida privada. Y es que, los jugadores han encontrado en la red la plataforma en el que desnudarse —de forma metafórica— y dar detalles de su vida personal, incluido publicar fotos —Parejo mostró hace unos días a su novia a la que llamó «gordita»—, que no se les ocurriría contar en otros sitios. El Valencia, como todos los clubes de Primera, también tiene Twitter oficial. Una cuenta, con más de 73.387 seguidores, en la que informa de la actualidad del club y suele retuitear los mensajes que los jugadores publican en sus cuentas oficiales.