Junto a Sorín y Crespo, son el nigeriano Okocha, el inglés Fowler, el italiano Cannavaro y el francés Pires las cabezas de cartel en la puja que mañana lunes tendrá lugar entre los responsables de las seis franquicias que componen la PSL. También iba a participar en el campeonato el exdelantero del Valencia CF Fernando Morientes, quien sin embargo notificó a los organizadores hace pocos días que no podría desplazarse al país asiático por razones personales.

El torneo, que sigue los pasos de otros similares creados en EEUU, Japón o Catar, comenzará el 25 de febrero y se disputará durante siete semanas en Bengala , la región india donde más hierve la pasión futbolística en un país dominado por el críquet. Según los datos ofrecidos por la empresa organizadora, Celebrity Management Group (CMG), primero habrá una liguilla con partidos cuatro días a la semana y después una fase final a la que accederán los cuatro mejores conjuntos. La populosa ciudad de Calcuta y otras cinco localidades bengalíes serán las sedes de los equipos, cuyas franquicias se encargarán de desarrollar todos los aspectos logísticos y promocionales. Las figuras extranjeras, cuyas edades se acercan a la cuarentena, serán fichadas en la mencionada subasta por entre 500.000 y 800.000 dólares. A ellos se les unirá por un precio más bajo un elenco de jugadores internacionales de menor relumbrón procedentes de países latinoamericanos, africanos y asiáticos, y también futbolistas indios, incluidas jóvenes promesas menores de 21 años. "Saben adónde van y les gusta el proyecto", dijo un portavoz de la empresa organizadora de la competición.

Los combinados estarán dirigidos por entrenadores foráneos, algunos de ellos exjugadores célebres como el portugués Fernando Couto y el boliviano Etcheverry. El campeonato servirá para dar un impulso al fútbol en la India."Esperamos una reacción tremenda de la comunidad internacional. Vamos a romper el hielo en la India", se jacta el secretario de la Asociación de Fútbol Indio.

Los estadios, con aforos de entre 15.000 y 30.000 espectadores, tendrán que ser renovados. La PLS tiene el objetivo de crear una "nueva cultura, audiencia y mercado futbolístico, promocionar el fútbol base y levantar infraestructuras de primera clase", afirman sus portavoces.

Algunos observadores han mostrado, sin embargo, dudas acerca de la capacidad real para organizar un evento de esta envergadura en la India, una potencia emergente enchufada al alto crecimiento pero con enormes desigualdades sociales.

Las entradas costarán unas 100 rupias (2 dólares), un precio bajo para estándares occidentales aunque algo más alto de lo habitual en los partidos de la Primera División india, un torneo de estructuras semiprofesionales que apenas permite vivir a unos 300 jugadores.

La organización espera que las principales fuentes de ingresos sean los jugosos contratos televisivos, la mercadotecnia, la publicidad y los patrocinadores del campeonato, cuyos partidos tendrán "espectáculos atractivos" y "canciones excitantes".