La resaca fue agria. Pero corta. El equipo quiere pasar rápidamente página de la goleada -humillación incluida- recibida en el Camp Nou. Y es que el jueves visita Mestalla el Stoke City. Un partido que, aunque el Valencia parte con la ventaja del 0-1 de la ida, deberá superar para disputar los octavos de final de la Liga Europa. Un partido que, lesionado, no podrá jugar Miguel Brito. El portugués, que el miércoles será nuevamente examinado, padece una inflamación en la parte posterior del muslo izquierdo y todo indica que podría tratarse de una rotura fibrilar. La participación de Ricardo Costa, que también se lesionó ante el Barcelona, dependerá de la evolución que experimente en las próximas horas. A los dos jugadores se les ha pedido que hoy, que el equipo disfruta de día libre, guarden reposo.

Piatti, en positivo

Pablo Piatti inauguró su cuenta goleadora en liga en el Camp Nou. Pero de poco sirvió. El argentino aún le daba ayer vueltas a lo que pasó y por qué el Valencia fue tan inferior al Barcelona. Así, el argentino quiso achacar la goleada a que el equipo "no tuvo un buen día" y que llegaba "más cansado" que el Barça al partido. Eso sí, el jugador insistió en que el equipo "tuvo actitud", pero "no estuvo acertado o al cien por cien". "Contra el Barcelona se sufre y mucho. Somos conscientes de que el partido salió muy mal, no fue como esperábamos y contra equipos así lo terminas pagando, sobre todo si ellos tienen la pelota", argumentaba. "Un día malo lo puede tener cualquiera, y el equipo a lo mejor no le encontró la vuelta al partido, ya que sin la pelota es difícil hacerle daño al Barcelona". "Es una mezcla de to?do. Cuando las líneas no están bien y no hay comunicación entre ataque y defensa, ellos empiezan a encontrar espacios y a generar su juego. No se puede decir que para ellos la salida del balón fuera fácil, pero sí fue cómoda. No estuvimos finos en la presión", reconocía.

Para Piatti, "el partido fue muy raro". "Nosotros intentamos presionarles arriba y crearles daño, pero cuando empiezan a sentirse cómodos con el balón es difícil quitarles la pelota, se te empieza a complicar el partido y lo terminas pagando caro", analizaba.