Un salto de calidad y de confianza. De la octava plaza a la quinta. Todo en los mejores cuarenta minutos de la campaña y frente a uno de los grandes de la competición como el Real Madrid. El Valencia Basket Club, de la mano de su entrenador Velimir Perasovic, se lo va creyendo y ayer se explayó con una enorme exhibición defensiva –dejando en 66 puntos al rival– y superando sus anteriores problemas en ataque con un enorme –más que nunca– Lishchuk con 22 puntos y 10 rebotes. Hay luz en el horizonte.

Los equipos grandes siempre motivan más, digan lo que digan jugadores y técnicos, y la visita del Real Madrid, campeón de la Copa del Rey y segundo en la clasificación, agarró como casi nunca a los jugadores del Valencia Basket en la anaranjada Fonteta. La conexión fue absoluta en la transición ataque-defensa y el Real Madrid no encontraba vías de agua alguna en su rival. Todo lo contario. Las instrucciones defensivas de Perasovic empiezan a impregnar la actitud de unos jugadores que poco a poco van creyendo que pueden y que sienten que van creciendo. Y así fue en una primera parte que, posiblemente, fue de lo mejor que se ha visto en Valencia en los últimos meses.

Las rotaciones funcionaron –excepto la del pívot australiano Ogilvy que sigue sin acoplarse–; Claver va asumiendo su papel de líder, imponiendo su físico y la calidad que le llevó a la selección española absoluta, y el juego interior se consolidad con la pareja Lishchuk y Faverani, que superaron a sus pares madridistas. Esas fueron parte de las claves por las que el Valencia se fue en el marcador antes del descanso con una diferencia de 13 puntos (49-36), la máxima del partido y tras un contundente parcial de once puntos.

El Real Madrid no se rindió en ningún momento, pero el exentrenador del Pamesa, Pablo Laso, se quedó sin argumentos y al final reconoció que fue su peor partido. Y ayer el Valencia no dejó escapar la ocasión. Supo mantener la ventaja perfectamente en el segundo acto y en el final remachó con la exhibición ofensiva de un Lishchuk que anotó 12 de sus 22 puntos en los últimos diez minutos. El mejor de un bloque sólido y compacto.