A la mánager general del Ciudad Ros Casares, Carme Lluveras, le gusta recordar siempre que el conjunto valenciano es el único club de esta comunidad que puede aspirar al máximo cetro continental. Un dato irrefutable que el equipo espera refrendar esta semana en, posiblemente, la fase final mas complicada,dura y exigente de la historia. A la FIBA Europa se le ocurrió esta temporada ampliar de cuatro a ocho los participantes en la final de los aspirantes al trono de la Euroliga, lo que eleva la dificultad del torneo.

El formato está planificado sobre dos grupos de cuatro equipos, que juegan cada uno de ellos todos contra todos, a la manera de, por ejemplo, el sistema que se aplica en el Masters de tenis, el denominado «round robin». El primero de cada uno de los grupos aspirará al título el próximo domingo 1 de abril a las 20:45 horas en Estambul, la ciudad turca que también albergará la Final a Cuatro de la Euroliga Masculina del 11 al 13 de mayo.

Y para llegar a la gran cita, el equipo entrenado por Roberto Iñiguez –que debuta en este evento– comenzará su sueño el próximo miércoles (14:30) ante el Ekaterimburgo ruso, que ya compartió grupo en la primera fase y al que derrotó en la doble confrontación.

El jueves (12 horas) se mide al Spartak de Moscú, quizás uno de los favoritos de la competición por su historial, ganador de cuatro ediciones y subcampeón del pasado año tras perder ante el sorprendente Perfumerías Avenida de Salamanca, que no ha podido clasificarse entre los ocho mejores del continente.

Y el tercer partido clasificatorio se celebrará el viernes, también a las 12 horas, frente al Wisla-Can Pack polaco, que dirige el español José Ignacio Hernández, exentrenador del Avenida y perfecto conocedor del conjunto valenciano.

En el otro grupo buscan plaza para la final los locales Fenerbahçe y Galatasaray, el Beretta Familia italiano y las madrileñas del Rivas-Ecópolis, que lideran las excapitana del Ros, Elisa Aguilar y la también exjugadora internacional Amaya Valdemoro.