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Escoger una selección de fútbol de un país del mundo es una tarea difícil. Especialmente cuando la española, ganadora del último mundial y de la Eurocopa, es la única no permitida. Con este panorama se encontraron Aaron, Pedro y Héctor. Ellos han sido algunos de los participante más pequeños del III Campus Juan Sánchez que se ha celebrado como cada verano en la localidad de Aldaia. Hugo, por ejemplo, no quedó muy satisfecho con que le tocara la Selección de la República Checa. Y otros dos de ellos se disputaban la selección brasileña. Sin embargo, todos ellos acabaron por convertirse en representantes de una decena de países de todo el mundo: Corea, Sudáfrica, Argentina,... Y chutaron el penalti en nombre de ese país como si les fuera la vida en ello.

Disfrutar de la práctica del deporte, y en especial de la disciplina del fútbol, es la prioridad de esta escuela de verano. En ella han participado niños de edades muy distintas, desde los 5 a los 14 años. Durante las dos últimas semanas de junio casi 70 niños comenzaron el verano y el inicio de las vacaciones en el campus. Lo que para algunos padres resulta una solución a los largos días de verano, para los niños se convierte en una experiencia inolvidable. Cuando el reloj marca las nueve en punto de la mañana, el entrenamiento empieza para ellos.

Este proyecto nació a iniciativa del club Avant Aldaia y con la colaboración del exfutbolista del Valencia CF, Juan Sánchez. La de este año ha sido la tercera edición del campus y pueden presumir perfectamente de mantener el listón alto, a pesar de la crisis el numero de participantes se han mantenido invariable con respecto a la primera edición. Aunque en junio el campus siempre se llena, en julio las vacaciones familiares se notan y el campus no llegó al máximo de su capacidad.

Pero más allá de cuestiones económicas, éste "es un campus al que los niños vienen a divertirse". Así lo explica el entrenador del campus Benjamín Motoso. Es un campus en el que a la vez de disfrutar, "aprenden a jugar bien". Esto es precisamente los que explica que para los mayores "el nivel de exigencia es más alto, pero sin pretensiones de profesionalizarlos", añade.

Siguiendo una distribución básica por edades, el entrenamiento de los más pequeños se centra en la técnica individual, mientras que para los más mayores se trabaja la táctica. La rutina diaria les lleva a las duchas y a recuperar fuerzas con el almuerzo a las 11, después de tres horas jugando al fútbol y disputar un pequeño partido entre ellos. Solo hace falta verles la cara para saber que ésta es la parte que más disfrutan. Juegan por placer los unos contra los otros, aunque los más pequeños confiesan que les gustaría jugar y ganar contra algún otro campus o equipo de fútbol. "De momento, no hemos hecho intercambios con otros clubes, sino que los niños compiten entre ellos mismos", explica Benjamín.Aunque a veces, divertirse no es tan fácil ni para los niños ni para los monitores. La experiencia es tan buena que a veces olvidan que también estan en el campus para mejorar la técnica. Sin duda, lo que más les cuesta a los pequeños es tener la disciplina diaria, tener las ganas de seguir con el entrenamiento los cinco días a la semana. También la técnica individual les cuesta trabajo "porque no es tan entretenida como jugar un partido", confiesan.

Para los mayores, el trabajo táctico es lo más duro, porque ya conocen la técnica.Llega un momento en que "no les apetece seguir corriendo detrás de la pelota cuando la acaban de perder", explica Benjamín. En total, el Campus Juan Sánchez de Aldaia cuenta con cuatro monitores titulados y otros 4 ayudantes. Algunos de ellos hasta han jugado en clubes de fútbol locales. Un osteópata y un preparador físico completan el equipo. El primero les enseña a poner vendajes en caso de lesión, y el segundo la importancia del calentamiento y los estiramientos.

Desfile de estrellas

También uno de los fundadores, el jugador Juan Sánchez se pasa por el campus muy a menudo para jugar con los niños en el campus. La selección española es el equipo de referencia de este año. En el campus les ponen vídeos de algunos de los partidos de la Roja. Respirar el aire del Mestalla y jugar con Jordi Alba, con Baraja o con Barragán son las pequeñas sorpresas que les depara, como en años anteriores, a los niños del campus de Aldaia.