Pablo Hernández tiene la decisión tomada. El jugador de Castellón quiere ir a jugar al Swansea gales, equipo que ha presentado por él una oferta de cinco millones de euros, pero el club le cierra las puertas. De momento. Y es que, si el equipo que entrena Laudrup sube la oferta hasta 6,5 millones, el Valencia se replantearía la decisión, ya que además del dinero que ingresaría por el traspaso se ahorría cerca de cuatro millones brutos en concepto de ficha. Pablo acaba contrato en junio de 2014. Ayer, tanto el presidente Manuel Llorente como el director deportivo Braulio Vázquez se mostraron inflexibles respecto a la salida del jugador e insistieron en que el Valencia no quiere desprenderse de un jugador al que ambos calificaron de "importante". "Queremos que Pablo se quede", afirmaba Braulio. a. b. valencia